Eva Murillo/SIPSE
TULUM.- La evaluación del estado de salud de los arrecifes coralinos no es muy alentadora por la gran cantidad de macroalgas que registran zonas coralinas frente a la costa de Tulum, la más dañada.

Una gráfica que resume el trabajo hecho para conocer la situación que existe en el ecosistema marino, para lo cual zonificaron la costa quintanarroense, detalló que Tulum es el área con la cobertura más alta de macroalgas, las cuales se generan debido a la presencia de nutrientes en el agua marina. Las macroalgas provocan la muerte de la especie; el estudio reveló que otros arrecifes coralinos en peligro son los de Bacalar, Othón P. Blanco y Solidaridad.

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Héctor Hernández Arana, investigador titular del Departamento de Estructura y Función del Bentos del Colegio de la Frontera Sur, presentó los resultados de la evaluación del estado de salud arrecifal en la Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano, la cual no es alentadora.

El responsable del estudio reconoció que “ya no sabe si hay arrecifes coralinos o sólo restos de estos”, pues están muriendo a causa del síndrome blanco o mancha blanca, y por la proliferación de macroalgas.

El investigador calificó de impresionantes los cambios en la zona de Othón P. Blanco a lo largo de 20 años, donde hay una cobertura de coral sin enfermedad o sin presencia de algas con apenas un 10%, donde incluso especies como el cuerno de alce desapareció por completo.

Los resultados son preliminares, dijo, pues hacen falta estudios de fondo en los que, entre otras cosas, deben hacerse mediciones de los nutrientes que hay en el agua; sin embargo, el avance de las algas en corales muertos y vivos es evidente en todas las zonas estudiadas.

Dijo que algunas de estas algas parecen crecer o desarrollarse con mayor rapidez con el azufre que trae el sargazo, y que este año llegó en cantidades masivas a las costas de la entidad.

La presencia de nutrientes en el agua por el mal tratamiento de agua residuales, el desarrollo costero y la desaparición de las zonas de manglar son los puntos más señalados por la comunidad científica dedicada a estudiar los corales, pues representan una combinación que pone en peligro la salud del sistema arrecifal del estado.