Claudia Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- De manera oficial hay 30 mil 667 cuartos en la zona hotelera, y sólo podrán sumarse entre tres y cuatro mil habitaciones más, crecimiento que debe hacerse con sustentabilidad.

“La zona hotelera de Cancún no da para más, sé que hay sólo dos terrenos disponibles, cuando mucho hay espacio para entre tres y cuatro mil habitaciones, porque ya no hay más espacios”, dijo Jesús Almaguer Salazar, director general de la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC).

El éxito que ha tenido en los últimos años el destino, ha provocado una gran demanda, lo que implica el aumento de tarifas y con ello un alza en las inversiones, porque Cancún, Puerto Morelos, Isla Mujeres y Holbox están de moda y eso eleva los costos, comentó.

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Para Almaguer Salazar, el crecimiento se debe hacer con inteligencia y sustentabilidad, e innovar en áreas de oportunidad, sobre todo en el entrenamiento turístico; el área norte del estado presenta grandes oportunidades de inversión que se harán paulatinamente, siempre con un estudio de mercado para justificar lo invertido y su retorno.

La zona hotelera se dividió en tres fases: la primera abarca del kilómetro dos al 11.5 que son 203.97 hectáreas en las que hay seis playas y un campo de golf; la segunda fase comprende del kilómetro 11.5 al 23, 368 hectáreas donde hay dos playas, dos zonas arqueológicas y un campo de golf, y la tercera etapa comprende del kilómetro 23 al 29 con 421.58 hectáreas, zona en la que se encuentra playa Corales aun cerrada al público.

A lo largo de los 29 kilómetros del bulevar Kukulcán se han desarrollado construcciones hoteleras, comerciales y de servicios turísticos como restaurantes, marinas y demás.

Los predios de la zona de playas fueron comercializados en su momento por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que de acuerdo con el Programa de Desarrollo Urbano (PDU 2014-2030), la falta de espacios de estacionamiento en la zona de playas, se relaciona estrechamente con el cambio de usos de suelo habitacional a comercial en los predios, lo que restringe en cierta forma nuevos desarrollos, porque las tres fases de la zona hotelera tienen criterios de construcción preestablecidos; por lo que las nuevas obras son más supervisadas.