A 14 años del asesinato de un diputado

El entonces gobernador, Patricio Patrón Laviada (Proceso, 23/enero/2002) aventuró que la muerte pudo haber estado ligada al narco.

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En el mes que ayer concluyó se cumplieron 14 y 3 años, respectivamente, de dos sonados homicidios que hasta la fecha no se han resuelto: el asesinato del diputado vallisoletano Pánfilo Novelo Martín, su hijo y su chofer, el 8 de enero de 2002, y el de una pareja de turistas ucranianos, en 2014, ambos en la zona oriente del Estado.

La mañana del 8 de enero de 2002, cuando el Profr. Novelo Martín, de 65 años, diputado priista, viajaba de Valladolid rumbo a Mérida en su camioneta Voyager con el hijo de su segundo matrimonio, Miguel Ángel Novelo Burgos, de 19 años, y su asistente y chofer Pedro Yam Pech, fue interceptado por otro vehículo a la altura del kilómetro 85 de la autopista Pisté-Kantunil y tras detenerse y bajarse de la camioneta –porque tal vez conocía a sus asesinos- fue ejecutado de varios disparos a la cabeza, quedando tirado en la yerba, a la orilla de la carretera; sus acompañantes quedaron dentro del vehículo. Un crimen al estilo del “narco”.

Unos automovilistas que pasaron poco después vieron la camioneta estacionada con la portezuela abierta, el motor encendido y el cuerpo del diputado tirado, por lo que dieron aviso a las autoridades. Enseguida el lugar se llenó de policías federales, militares, agentes judiciales y curiosos, pero tras las primeras indagaciones nadie pudo decir que hubiera visto algo o a alguien sospechoso antes o después del sangriento incidente.

Se revisaron las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia de la caseta de cobro que minutos antes pasó la camioneta de Novelo Martín, pero no se vio ningún otro vehículo sospechoso que lo siguiera, por lo que se sacó la conclusión de que quizá de un entronque salieron los asesinos para interceptarlos y darles muerte.

Hubo mil y una conjeturas sobre este sonado triple homicidio: desde que el diputado fue muerto por narcos porque en su último discurso en el Congreso había pedido aplicar mayor vigilancia en su natal Vallodolid contra el narcomenudeo y la drogadicción en las escuelas; que su hijo Miguel Ángel, que estudiaba en el Tecnológico de Monterrey, tenía nexos con narcotraficantes o deudas de drogas e iban por él; que el mismo Pánfilo estaba ligado con narcos, etc.

El entonces gobernador, Patricio Patrón Laviada (Proceso, 23/enero/2002) aventuró que la muerte pudo haber estado ligada al narco. 

El entonces procurador Miguel Ángel Díaz Herrera nunca pudo resolver el caso, al cual prácticamente se le dio “carpetazo”.
La próxima semana: la misteriosa muerte de la pareja ucraniana.

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