2016, un año para olvidar

En once días estaremos diciéndole adiós a 2016, un año donde la clase política se preocupó más por sí misma que por los que representa...

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En once días estaremos diciéndole adiós a 2016, un año donde la clase política se preocupó más por sí misma que por los que representa, la justicia se quedó de nuevo en el cajón, los justos tras las rejas y los delincuentes en las calles. La pobreza creció, aunque se anunciaron inversiones importantes. Unos recibieron “moches” por su ayuda para poner negocios, aunque en su 3 de 3 ponen que sus ingresos son lícitos.

Así podría continuar hablando de helicópteros, estados en quiebra, gobernadores en fuga y un sinfín de acontecimientos. Penoso que no podamos hablar de estabilidad monetaria, inversión extranjera justa y efectiva, del posicionamiento de los productos nacionales en mercados internacionales, de eficacia y eficiencia en la administración pública, de un recorte en la carga tributaria, pero llega un año lleno de retos y oportunidades, con 365 días de oportunidades para consolidar proyectos, tomar decisiones, cambiar nuestra manera de pensar, y hacer que nosotros que somos la razón de nuestro México pongamos el son que queremos que bailen los que nos dirigen; así es, de nosotros va a depender el crecimiento y el avance que México va a alcanzar en 2017. 

No importa si el maestro es bueno o malo, si el alumno quiere aprender, aprenderá, ya que aun teniendo al mejor maesto si el alumno no quiere obtener conocimientos no aprenderá. Esto lo debemos aplicar en la vida diaria, en nuestro círculo social, laboral, cultural, empresarial y escolar. No importa quién nos represente, si nosotros damos el ejemplo y forzamos a quienes deben hacer las cosas bien, les exigimos resultados con base en hechos correctos y coherentes, si les exigimos que se cumplan los tiempos y términos, no les va a quedar otra opción que realizarlo de esa manera, pero con un ciudadano que se corrompa, que busque la tangente, todo crecimiento y esfuerzo será retraído.

No dejemos que nuestro 2017 lo manejen por nosotros, demos las pautas del cambio, y demostrémonos que México sí puede cambiar, crecer y tener una economía estable, competitiva y sólida.

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