El domingo 27 se cumplieron 60 años de un terrible suceso que sacudió no sólo a los habitantes de la Península de Yucatán sino en los ámbitos nacional e internacional: la destrucción total de la ciudad de Chetumal, debido al huracán JANET.

La noche del 27 de septiembre de 1955 este meteoro golpeó a la parte sureste de la Península, en especial a la zona de Xcalak y a la capital quintanarroense, causando una desgracia tan grande que no ha ocurrido otra igual hasta hoy, sobre todo por la cantidad de pérdidas humanas y desaparecidos que causó –que suman cientos- y la destrucción de Chetumal.

En aquella temporada de huracanes de 1955 Chetumal ya se había salvado de HILDA que ingresó más al norte, por la zona de Vigía Chico y Felipe Carrillo Puerto, donde produjo graves daños.

A fines de septiembre la población se enteraba que un terrible huracán categoría 5 de la escala Saffir-Simpson había azotado a Jamaica y se dirigía a la Península de Yucatán. Conforme pasaban las horas y los días los chetumaleños oían con asombro y temor las noticias de que ese monstruoso huracán se estaba perfilando hacia el sur de la Península, o sea a la zona de la capital de Quintana Roo.

El mismo día 27 de septiembre por la mañana, ya una vez notificadas las autoridades de que era seguro el impacto de este huracán, por medio de carros con altavoces invitaban a la gente a resguardarse en lugares seguros porque serían golpeados por este poderoso meteoro, cuyo ataque más terrible comenzó a sentirse esa noche.

Lo que no se esperaba era que se desbordara por completo la Bahía de Chetumal inundando a la ciudad con más de dos metros de altura del nivel de agua, provocando con eso, además del daño por el viento y la lluvia, una desgracia mayúscula, algo que no debe olvidarse porque simple y sencillamente puede volver a suceder una inundación en la parte baja de Chetumal si golpeara de lleno otro huracán con las mismas características de JANET.