Mientras Los Chuchos, al ritmo modorro de su tiempo legislativo, hacen un llamado probablemente muy tardío a la unidad de izquierda para contrarrestar la reforma energética que les pasó por encima desde que avalaron el Pacto por México, en el PAN andan tan movidos que hasta parecen anarquistas de hoy que según Mancera, están infiltrados por fuerzas extranjeras, casi casi de la KGB.

No sólo han demandado al góber petocho de Chiapas por creerse más bonito que ninguno, sino que ahora exigen que Fausto Vallejo deje el gobierno de Michoacán solo porque el estado cada vez se parece más a Mordor y él cada vez más al Gollum.

O sea, pobre del góber, si él quiere ver a la entidad cual si fuera una sucursal del paraíso, déjenlo, muy su gusto.

El es de esos optimistas a la antigua que donde unos contemplan grupos de autodefensa, él lo que ve son grupos de autoayuda; donde unos ven el Apocalipsis, él ve virgencitas que riegan las flores.

Gente sensible de las que hacen falta; donde unos se arrancan los ojos por ver a Cristian Castro en tanga presumiendo masajes, él ve un alma caritativa que solo quiere superar las aventuras de su padre, un tal Loco Valdez.

Fausto Vallejo no ve en Lucero-Lucerito a esa criminal cazadora como ocurre con los resentidos sociales, sino a una defensora de los derechos humanos que son de los humanos y no de los cuadrúpedos.

Qué bien que saliera en defensa de don Fausto ese gran demócrata llamado Emilio Gamboa Patrón, sobre todo porque no hace falta que pida un obtuso líder de bancada cuando es albo que debería estar en manos de los michoacanos. Más aún cuando ya nos dijeron en Gobernación que en cualquier momento vuelve la paz y la tranquilidad a la entidad, solo es cuestión de que México llegue al quinto partido y que baje el costo de la gasolina y la electricidad gracias a las reformas peñistas-videgarayistas. 

Lo bueno es que para no perderse en temas sin importancia, el PRD está más preocupado porque el gran Carlos Navarrete escape a los señalamientos que le han caído por haber salido en la portada de la revista Cambio, cual émulo del góber Velasco de Chiapas. El aspirante a dirigir al PRD, cree que es un compló por parte del góber verde. Tiene razón. Si él hubiera planeado todo, habría salido en la portada tan guapo como Paul Newman o habría puesto en su lugar a Navarretín, su botarga, que tiene más carisma y jale. 

Ya, que Cristian Castro se los lleve a los masajes de saiote.