Muchos son los análisis hechos sobre la detención de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, pero una de las ópticas poco abordadas es el reto que representa para las autoridades la identificación de la red de com-plicidades y la recomposición que se espera en las estructuras criminales que siguen vigentes en el país, con ramificaciones internacionales.

No es dable esperar que la detención de Guz-mán Loera aminore la criminalidad en México, pero en términos de imagen puede resultar muy favorable si el tema se conduce atinadamente desde el gobierno federal, porque es evidente la capacidad de adaptabilidad de las bandas cri-minales, pero también es evidente que la admi-nistración de Enrique Peña Nieto está logrando lo que sus dos antecesores no hicieron.

En Quintana Roo el tema es importante. La secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu Salinas, señaló que la detención del capo ge-neraría una imagen positiva del país y pudiera incrementar el flujo de visitantes a los destinos nacionales, el reto está en generar verdaderas condiciones de seguridad en esos lugares.

Leo Zuckerman destacó en su columna del periódico Excelsior, que en los 14 meses de administración federal se realizaron 13 mil 263 ejecuciones, 31 por día, y que además los delitos que más se incrementaron a nivel na-cional son el secuestro y la extorsión; mismos que Guzmán Loera asegura no realizar –aun-que sea poco creíble–. Se insiste pues en el reto para la autoridad.

Localmente los retos también son enormes, la organización de Guzmán Loera opera en la entidad según informan diversos medios. El portal noticias CNN, difundió un amplio repor-taje en donde identifica a John Zabaneh como el operador del Cartel de Sinaloa en Centroa-mérica; dedicado a la introducción de cocaína a México desde Belice.

El portal señala que las empresas ligadas a este personaje son Mayan King Limited (granja de plátanos), Mid-South Investments Limited (constructora), Crown Paradise Enterprises Limited (turismo), Belize Chemicals Limited(farmacéutica) y D’s Supermarket Company Li-mited (supermercado). La frontera de Quintana Roo y Belice es de 278 kilómetros, 193 en tierra y 85 en aguas de la Bahía de Chetumal, el río Hondo, el río Azul y Bacalar Chico.

Pero hay antecedentes más preocupantes, como que en diciembre de 2012, Quintana Roo terminó de desintegrar la Policía Fronte-riza creada 2005. La desaparición comenzó en 2009, pero se concluyó hace poco más de un año. Ciertamente la Secretaría de Marina ha reforzado la tarea de vigilancia, ante lo cual las corporaciones locales parecen descansar, a ver ahora que hacen.

Así que, mientras en ciudades como Gua-múchil, Mocorito y Culiacán convocan a mar-chas para solicitar la liberación del narcotrafi-cante, en Quintana Roo deberemos preparados para los reacomodos que vienen…tal vez esos reacomodos debieran darse también en las áreas encargadas de seguridad en la entidad, así por lo menos se obtendría alguna confianza y tranquilidad en la ciudadanía.

Derechos humanos

De la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo se pueden decir cosas buenas y malas, así como quienes las han encabezado; pero lo cierto es que la renovación en ese organismo ha generado movilización por parte de organizaciones y ciudadanos interesados en dinamizar esa instancia. Esperemos que así sea y no sólo se busque un espacio laboral.

Y sobre la reforma local alcanzada también pudiera discutirse, pero aun con los pendientes no puede regatearse el avance logrado. La próxima semana se emitirá la convocatoria para renovar la presidencia del organismo, y el Congreso estatal está obligado a consultar a agrupaciones del norte y sur de la entidad, si lo hace representará otro acierto en la legislatura que preside José Luis Toledo Medina, esperemos pues el resultado desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

Agradezco sus comentarios al correo [email protected] y al twitter @julianisaac77