Hace 19 años, cuando yo tenía 19 años, tuve el honor de ser delegado a la Convención Nacional Democrática convocada a celebrarse por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas por un comité civil de jóvenes que, cada quien su modo, nos habíamos acercado a eso que llaman las artes y la cultura; experiencia que me marcó para el resto de mi vida con todas y cada de sus enseñanzas, muchas de las cuales aún ahora no termino de asimilar.

Una primera gran lección vino de la mano de la convivencia con las madres y abuelas de pres@s y desaparecid@s polític@s de Chihuahua, «Las Doñas»; sobre todo del entrañable encuentro con la palabra y el abrazo de Martha de los Ríos, giganta entre gigantas.

Junto con el nombramiento de representante por Coahuila en la presidencia colectiva de la CND zapatista, vendría una segunda gran lección al descubrir las soberbias y los protagonismos de quienes pronto intentaron llevar agua a su molino olvidando que habíamos contraído un compromiso para con el EZLN de luchar porque este país tuviera un lugar digno para los pueblos originarios de estas tierras.

En febrero de 1995, mientras las tropas de un ejército federal que diciéndose mexicano arrasaban Guadalupe Tepeyac y con ella el Aguascalientes zapatista en que se celebrara la CND destruyendo las casas, los corrales y los plantíos de sus hermanos de color y de sangre, comenzaría una tercera gran lección: la de la construcción de la autonomía, de modo que al cabo de 8 años aquel primer Aguascalientes se multiplicó en los Caracoles donde residen hoy las Juntas de Buen Gobierno de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas.

El caminar de los MAREZ y las Juntas de Buen Gobierno cumple este mes de agosto sus primeros 10 años de vida y para celebrarlo nos han invitado a  su "escuelita zapatista" donde las bases de apoyo, a decir del subcomandante Moisés, "van a dar clase de cómo ha sido su pensamiento y su acción en la libertad según el zapatismo, sus aciertos, sus errores, sus problemas, sus soluciones, lo que han avanzado, lo que está atorado y lo que falta, porque siempre falta lo que falta"; es decir: seguirán las grandes lecciones.

Mientras tanto, arriba, la impunidad, la burla, la corrupción, la mentira, la negligencia, la represión y la desmemoria seguirán en gran banquete, pues, parafraseando a Rosario Castellanos, prosigue el banquete.