Abren “boquete” al Isstey

Al Isstey se le cortó una gran parte de sus ingresos por concepto de cuotas y se verá comprometido en el futuro para cumplir sus compromisos de pensiones a sus derechohabientes.

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Muy entretenidos andan los maestros estatales protestando por la nueva forma de asignar las plazas de jornada y las horas de trabajo que resultaron vacantes por jubilación, ascenso escalafonario y renuncias en los diferentes niveles de educación. Aunque estas vacantes se están cubriendo con contratos, nadie ha reparado sobre el gran daño que ocasionará al fondo de jubilaciones del Isstey, ya que, por esta nueva condición laboral, día a día, el Isstey deja de captar recursos por las aportaciones que el trabajador y el gobierno hacen de acuerdo a su ley.

El contratar maestros en vez de otorgarles las horas en base no es nuevo, pues desde hace ya muchos años, cuando surgía alguna vacante, el cincuenta por ciento se repartía en la propia escuela entre los integrantes de la academia de la especialidad y las horas restantes, después de los cambios geográficos, se cubrían a través de contratos en vez de otorgarlas en base.

Hoy, con la nueva Ley del Servicio Profesional Docente, toda vacante se otorga por contratos anuales, lo que significa que al Isstey se le cortó una gran parte de sus ingresos por concepto de cuotas y se verá comprometido en el futuro para cumplir sus compromisos de pensiones a sus derechohabientes. La base de contribuyentes se reduce drásticamente cuando la actual demanda de jubilaciones aumenta cada día por el miedo de los maestros al examen que tendrán que presentar próximamente y las inquietantes denuncias sobre irregularidades en el manejo del fondo del instituto de seguridad.

Las nuevas disposiciones de la reforma educativa obligan entonces a replantear un nuevo esquema de jubilaciones y pensiones que garantice su puntual cumplimiento. Pensar en que se rebaje a 28 años el derecho a jubilarse a las mujeres y que, al mismo tiempo, se incremente el tope de ocho a diez salarios mínimos diarios el monto de la pensión son cosas inviables que no soportaría el Isstey. Urge sacar pronto una nueva reforma en este apartado que permita al instituto incrementar, aún más, sus reservas para poder resistir la carga del personal jubilado.

Homologar su ley a como la tienen el IMSS y el Issste parece ser la opción más fácil, pues se crearían las cuentas de ahorro personales (Afores) y darían unos años más de respiro a las finanzas del Isstey. Esta opción aunque parece la más cómoda tendría consecuencias negativas para las futuras pensiones de los jubilados.

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