Adiciones y adicciones

En estos tiempos de apertura para tratar estos temas, se hace fundamental la voz de alerta.

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Según la Organización Mundial de la Salud, una adicción  es una enfermedad física y emocional. En el sentido práctico es la dependencia de una persona de  una sustancia, actividad o relación que  es incapaz de controlar y modifica su interrelación con el medio ambiente social. 

En esta amplia definición encontramos difundidos entre la población el sometimiento a drogas, sexo y pornografía, tabaquismo, televisión, ciber web,  comida, gasto compulsivo, desorden, mitomanía, cleptomanía, celos, trabajo, violencia y muchas más. 

En estos tiempos de apertura para tratar estos temas, se hace fundamental la voz de alerta del director del Centro de Integración Juvenil de Yucatán (CIJ), Víctor Roa Muñoz, quien advierte con franqueza sobre la ludopatía, desorden patológico por los juegos de azar que afecta “cada vez en mayor número a menores de veinticinco y  mujeres mayores de cincuenta años y jubiladas. 

Muchos de éstos, para mantener su manía, roban, hurtan tarjetas de crédito de los padres o en el caso de pensionados comprometen su salario antes de cobrarlo”.

Aunque su competencia es la prevención, tratamiento y rehabilitación por el uso de sustancias, es de elogiar, en su cuarenta aniversario, al CIJ Mérida y el Patronato por un Yucatán sin Adicciones, AC, que son parte de un programa piloto que  ofrece terapias de apoyo al sujeto y su familia. Como ejemplo, está  la agrupación Jugadores Anónimos de Mérida, calle 55 No. 535 entre 64 y 66.

En el candente tema del impuesto a los casinos y el amparo solicitado por éstos, sería de justicia, una vez resuelto, que parte de dicho gravamen se utilice en atención especializada a propensos ,aunque tal exigencia debe emanar también directamente de los afectados. 

Imagine usted, estimado lector, promulgar una ley con el siguiente criterio: la empresa pública o privada que ofrezca sustancias, productos o hábitos que creen adicción tendrá que participar en su tratamiento.  Algo así como: “Si fomenta la creación de adictos, participe en su cura”. 

La sociedad contaría entonces con centros de atención patrocinados: diabetes y sobrepeso por refresqueras y alimenticias. Antialcohólicos por productores, expendios y anexos.  Anticancerosos de pulmón por tabacaleras. Ludópatas, por casinos y sitios de apuesta. Y de paso meditar muy bien lo que se nos viene encima. ¡Vaya biem!

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