Que hay preocupación en las altas esferas del gobierno municipal en vista de que a algunos funcionarios parece haberles quedado grande el cargo, tal es el caso de Elgar Pech y Canul, en Ecología, y Roger Echeverría Calero, en Servicios Públicos, cuyo mal manejo del asunto de las tarifas de basura puso en serios problemas al alcalde, Renán Barrera Concha, quien, al carecer de información suficiente sobre el tema, tiene que estar capoteando como puede las preguntas de los “reporteros de la fuente”.

Que a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del Gobierno del Estado le causó extrañeza que en este Carnaval no se llevara al cabo un programa iniciado en la administración pasada, el cual consistía en recolectar el aceite empleado en las fritangas que se expenden a lo largo del recorrido –que ya quemado se convierte en un tóxico altamente contaminante- para convertirlo en biodiesel y evitar de ese modo que se vaya al subsuelo a través de las alcantarillas donde los tiran los expendedores.

Que personal de prensa del Ayuntamiento mandó a decir que Salvador Vitelli Macías no es director de Desarrollo Económico (como se publicó aquí), sino de Desarrollo Social, pero nada se dijo de las intenciones de “placearlo” para generar conocimiento con vistas a una futura candidatura política.

Que cada vez se tiende más a construir hacia arriba en Mérida, como lo prueba reciente autorización para hacer condominios en la Privada Manantiales (Gaceta Municipal, 6 de febrero), la cual se suma a otras edificaciones altas en curso, sobre todo en el norte.