Que las recientes lluvias han traído sobre la ciudad una plaga de mosquitos que tiene asolados a los meridanos en todos los rumbos, pero que no son los temidos aedes aegipty que transmiten el dengue, aunque su picadura es igual de dolorosa, pero que de todos modos se ha intensificado la labor de combate a esos insectos, sean o no transmisores del dengue, y las  autoridades exhortan a la población a no dormirse en sus laureles y mantener la guardia en alto, sobre todo en lo que se refiere a la acumulación de agua en cualquier recipiente.

Que las lluvias también pusieron a prueba los mecanismos de ayuda a la población en casos de desastre y, según todos los indicios, fue prueba superada, porque la emergencia en el sur del Estado, de la cual informó ampliamente este periódico, puso en evidencia que hay una labor coordinada y eficaz para atender a los damnificados, tanto por parte de las autoridades federales como de las estatales y municipales.

Que la secretaría de Seguridad Pública no cesa de actualizarse tanto en equipo como en capacitación a su personal y se anuncia -sin entrar en detalles- que está próxima a recibir un equipo que será de mucha utilidad en los retenes que tan buenos resultados han dado en la disminución de accidentes y el control de los guiadores alcoholizados.

Que  los baches que aparecieron tras las fuertes lluvias de los últimos días son una prueba de fuego a la eficacia de las autoridades municipales, quienes hasta ahora no han anunciado un programa para hacerles frente, pues ya están presentes en las calles de toda la ciudad.