Que con todo y su enconada labor de combate a los baches en Mérida –según sus estadísticas trabajan en dos mil metros cuadrados al día y destinan a cientos de personas y numeroso equipo–, las autoridades municipales van perdiendo la batalla porque siguen saliendo hoyancos en las calles después de las lluvias, máxime si son torrenciales como las del lunes y martes, a causa de que las arterias meridanas ya tienen muchos años de construidas y su tiempo de vida ha vencido. Sin embargo, la situación en la capital yucateca no se acerca ni un poco a la que sufren los habitantes de Kanasín, sobre todo la parte conurbada con Mérida, donde hay calles que ya son un bache de principio a fin.

 

Que con las lluvias, también las carreteras estatales se llenan de baches, como es el caso de la que lleva a Sotuta desde Libre Unión, la que va a Homún desde Acanceh y tramos del antiguamente llamado Camino Real a Campeche, que pasa por las zonas arqueológicas de Uxmal y Kabah, entre otras.

 

Que el Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán, que tiene su sede en Altabrisa y ya da empleo a 1,200 personas, desde médicos hasta personal de servicio, necesita abrir 300 plazas para poder funcionar a toda su capacidad y abrir los dos últimos de los cinco pisos de su torre de hospitalización, pero que ya es reconocido como uno de los mejores de la zona por la calidad de los servicios que ofrece en sus más de 30 especialidades y la buena atención de su personal.