Que ahora que se anuncia la repavimentación por parte del gobierno del Estado de la llamada Avenida Internacional y que de ese modo se quiere dar una fisonomía distinta a esa arteria que es la de entrada de los visitantes por avión y por carretera, sería bueno que también se definiera su nombre, pues algunos la llaman Internacional, otros Itzaes, pocos más De los Leones o Los Rotarios (hay inclusive un monumento frente al parque de El Centenario) y así se va la cosa. También sería bueno que ya que va a tener una buena carretera se haga un programa para devolverle su prestancia y dignidad y se vigile, entre otras cosas, que no siga siendo escaparate del sexo (homo y hetero) y que sus casas y comercios tengan fachadas dignas de ser lo primero que el  visitante ve de la ciudad. Hay héroes, científicos, escritores, poetas e intelectuales más que suficientes y cuyo nombre pudiera dar lustre a la avenida, o por lo menos lucir mejor que ese cuyo origen se desconoce.

Que en ese mismo contexto de las designaciones de calles, el Ayuntamiento tiene mucho trabajo pendiente –que pudiera encargar al cada vez más mermado y decadente cuerpo de cronistas que muy buen dinero reciben por conceptos tan ambiguos como cursos y conferencias- porque hay importantes avenidas sin un nombre decente. Por ejemplo la que va del monumento a las Haciendas hasta el Periférico (algunos le dicen Altabrisa, pero como que no va con su empaque de bulevar de seis carriles), otras que son paralelas o perpendiculares a ésta, muchas de nuevos fraccionamientos. En fin si ese grupo de funcionarios municipales nos va a costar, al menos que trabaje por Mérida.