Que es muy loable el afán que por estos días se manifiesta en todos los ámbitos: escolares, culturales y religiosos de preservar las tradiciones y costumbres del pueblo yucateco, una de ellas la del hanal pixán y así se ve por todos los rincones de Mérida y algunas poblaciones del interior del Estado la proliferación de concursos para ver quién hace el altar “más apegado a la tradición” y se dan una serie de normas –que no se usen clavos, que se amarren con mecate las mesas de palos, que tengan la mesa del ánima sola, el camino de cal…–, pero nadie para mientes en que todos esos ritos funerarios poco tiene que ver con los que practicaban los mayas, ya que, de entrada, no hacían pibes, tampoco  tenían cementerios sino que sus entierros eran en sus casas (a veces adentro inclusive) y envueltos en esteras.

Los mucbilpollos son una costumbre netamente urbana, ya que en las zonas rurales los días 1 y 2 de noviembre se hace comida caliente (puchero y otros caldos) para reconfortar a las almas cansadas que vienen de un largo viaje y hasta los ocho días –en el bix–  se les cocinan tamales para que les sirvan de bastimento en su regreso ya que son menos fáciles de descomponerse y los pueden llevar en sus sabucanes. 

Que hasta hoy, según los meteorólogos, habrá lluvias en la Península, pero tras una tregua de tres días, el sábado y domingo volverá a llover a causa de una onda tropical que viene en camino, de modo que la clausura del FIC Maya y la presentación de Yanni en Izamal estarían pasadas por agua, sobre todo la segunda, porque, según los expertos, la ciudad colonial está en la franja donde más llueve en el Estado.