Que el problema de las termitas en la primaria Andrés Quintana Roo, en la calle 62 entre 45 y 47 de Santa Ana, no fue determinante para reubicar el plantel a la periferia de Mérida, aunque sí influyó, ya que los bichos esos devoraban los útiles escolares, pero lo que decidió que ya era hora de mudarse fue el bajo número de alumnos (60 en el ciclo escolar presente) a causa del despoblamiento del antiguo barrio, donde ya sólo quedan algunas familias yucatecas que viven desde hace décadas en el rumbo y por ser de avanzada edad la mayoría de sus integrantes se niegan a mudarse. 

Que en relación con el tema del abandono de los antiguos barrios, otro problema que se presenta es el de los mercados, donde ya casi no quedan aquellos comerciantes llamados antaño abastecedores, quienes vendían carne de res y cerdo a los vecinos, con quienes incluso entablaban relaciones que iban más allá de ser clientes. Hoy día, excepto el mercado de San Sebastián y el del Chembech, el de Santiago y Santa Ana se han convertido en sitios de panucherías y taquerías, porque las mesas de abasto se han ido abandonando ante la falta de compradores y han ido desapareciendo los abastecedores, de los cuales quizá el más famoso haya sido el compositor Pastor Cervera, quien tenía su mesa en Santa Ana.
 
Que en el artículo de Carlos Sobrino Sierra, titulado “Impuestos, rabietas y desdenes”, en el segundo párrafo aparece el verbo grabar: hacer una impresión en madera, yeso, oro, o cualquier otro material duro o en un disco, entre otros significados, donde debería estar gravar: imponer una carga fiscal.