Que los baches en las calles de Mérida se han vuelto una escena casi familiar para los guiadores de vehículos, al grado que quienes usan las mismas arterias siempre ya los conocen casi al dedillo y hasta en la oscuridad los evaden. Por poner un ejemplo, en la  avenida Correa Rachó, cerca de Plaza Fiesta, desde hace más de dos semanas, uno detrás de otro, se encuentran dos hoyancos que, como han podido constatar las decenas de automovilistas que han seguido su desarrollo y crecimiento, cada día son más grandes y más profundos. Lo mismo ocurre en la avenida Alemán y en otras arterias, sean avenidas o modestas rúas. Las autoridades municipales hablan de un rezago de veinte años en la infraestructura vial de la capital yucateca y ofrecen trabajar para superar el atraso. Con los “nortes” que se anuncian, y si no se toman medidas para evitar que sigan apareciendo los baches, habrá problemas para los automovilistas y peatones. Menos mal que a alguien se le pudieran cobrar los desperfectos que sufren los vehículos, pero cada quien tiene que “apechugar” con los gastos.

Que uno de los servicios más importantes durante la Feria de Xmatkuil es el de autobuses, que está a cargo de la Alianza de Camioneros, empresa que, según ha anunciado, transportará a miles de festejantes en 120 autobuses que estarán “girando” incansablemente las 24 horas del día del centro a la ex hacienda, pero también ha advertido que aquellos a quienes se les pasen las cucharadas van a tener que ver cómo regresan a la ciudad porque no les van a permitir subir a las unidades.