“Aguas”, Aguakán no está dando el ancho

Miles de cancunenses sufren por el agua. No todos tienen en la periferia, algunos pagan precios exorbitantes por fugas y otros...

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Miles de cancunenses sufren por el agua. No todos tienen en la periferia, algunos pagan precios exorbitantes por fugas y otros tantos ven interrumpido el suministro inesperadamente por trabajos en drenaje.

Hoy, la concesionaria Aguakan destruye vialidades en buen estado o recién pavimentadas para reparar un drenaje deficiente de origen, destruyendo la carpeta asfáltica, banquetas y guarniciones. Basta recorrer las calles interiores de las supermanzanas 26 y 27, Puerto Juárez, o las avenidas Chichen Itzá y Palenque, para constatarlo.

Entre lo que introducen la red hidráulica y Servicios Públicos revierte el desastre, ha transcurrido mes y medio en la calle Retorno Kukulcán de la SM 26. Ahí, herramientas y máquinas del municipio permanecieron dos semanas antes de que llegaran las brigadas a trabajar. Están terminando, pero se perciben hoyancos mal tapados, montículos de escombros y la presión del agua es insuficiente.

Además del riesgo que representan las faenas inconclusas para peatones y choferes, implica un gasto innecesario porque debe colocarse concreto nuevamente y reparar el equipo urbano mientras todo vuelve a la normalidad. Las cuadrillas de la concesionaria han destruido, aun cuando las sanciones oscilan entre 80 y 100 salarios mínimos, aunado a la detención de trabajadores, vehículos o maquinarias que provocaron el perjuicio.

Ha habido desde siempre una pésima coordinación entre las autoridades de este municipio, los representantes de Aguakan y la autoridad en la materia, que es CAPA por decreto firmado el 1 de enero de 1994, cuando DHC nombra a la Comisión “autoridad normativa” y representante técnico de los concedentes.

La coordinación queda en teoría, en buenas intenciones. No hace mucho, la directora de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado, Paula González Cetina, sostuvo una reunión de trabajo con el director de DHC-Aguakán, Roberto Robles, para generar una agenda de trabajo con “metas alcanzables”, dijeron entonces.

El plan de trabajo, que buscar generar bienestar para los 235 mil usuarios en Benito Juárez e Isla Mujeres, y que suma a las acciones del Programa Nacional Hídrico (PNH 2014-2018), persigue mejora de servicios, atención adecuada a clientes, cercanía con usuarios, solución inmediata de queja por alto consumo y falta de suministro, más opciones de pago, entre otras. Quien sea cliente, sabe que esto dista mucho de ser una completa realidad.

Debe intervenir CAPA, pero ya. El gobierno del Estado ha informado que poco más de mil 921 millones de pesos han sido invertidos en los últimos tres años para mejorar la cantidad y calidad del agua en favor de todos los habitantes. Hay, eso sí, una verdad innegable: el 98 por ciento de la población tiene acceso al servicio.

Lo que falta es coordinar mejor la relación con los concesionarios para que no se perciba lo contrario, pues el compromiso de las autoridades ha sido mantener las condiciones de excelencia y calidad.

Recientemente el Instituto Mexicano para la Competitividad colocó a Cancún como la quinta ciudad más competitiva del país, sin embargo alertó riesgos de perder si no toman medidas de reordenamiento y sustentabilidad a tiempo. En este sentido, el agua es factor determinante en el desarrollo económico y social con un enfoque sustentable, y por lo mismo deben cuidarse las formas. 

De no hacerse, se atentará contra las directrices respecto a cobertura de agua potable, drenaje sanitario y saneamiento de aguas residuales, hoy por encima de la media nacional. 

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