Aguas con el fuego

Los incendios forestales sufridos en estos días en el estado y país han generado una ola de temas de debate.

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Los incendios forestales sufridos en estos días en el estado y país han generado una ola de temas de debate. En el último tiempo hemos visto desde teorías conspirativas, la difusión negligente de hechos o personas que supuestamente estarían vinculadas a la generación de estos incendios, el siempre televisado sentido de solidaridad nacional y la capacidad para responder a las emergencias, entre muchas cosas más. 

En lo que va del año, se han registrado 920 incendios forestales en 25 entidades federativas, lo que dañó una superficie de 17 mil 722.48 hectáreas. De esa superficie, el 95.65 por ciento correspondió a vegetación en los estratos herbáceo y arbustivo y el 4.35 por ciento al arbóreo. 

El fuego es un elemento de la naturaleza que tiene relación con el medio ambiente y la humanidad, en algunas ocasiones generando beneficios y en otras debemos reconocer que provoca daños importantes a los ecosistemas.  En Quintana Roo los incendios forestales representan una seria amenaza al patrimonio natural.  No es necesario apoyarnos en datos estadísticos para comprender las dimensiones del problema. Solo basta recorrer por carretera nuestro Estado en los periodos conocidos como “secas”.  Pueden verse fuego y humo frecuentemente, y en ocasiones una densa bruma domina el paisaje de extensas porciones del territorio.

Es bastante común mirar como el fuego devora la vegetación aledaña a las carreteras.   Frente a estos escenarios es necesario implementar acciones con el objetivo de prepararse para este futuro. Sin lugar a dudas, la educación y prevención en la sociedad deben ser abordadas fuertemente, más aún si se considera la mayor presión de la población por acceder a sitios silvestres para realizar actividades al aire libre. Sumado a lo anterior, es imprescindible considerar herramientas que permitan monitorear oportunamente y en forma precisa las condiciones ambientales ayudando a la detección temprana o incluso anticipada de un incendio, tales como contenido de humedad atmosférica, temperatura ambiental, precipitación acumulada, biomasa acumulada etc. 

Esto será posible siempre y cuando se establezcan redes de monitoreo coordinadas y funcionales, mediante la utilización de estaciones en superficie e información proveniente de satélites, las cuales permitan en tiempo real conocer las condiciones particulares del territorio y así tomar las mejores decisiones a la hora de asignar y coordinar a los equipos de emergencia. 

Más del 90 por ciento de los incendios forestales son originados por las actividades humanas.  En esta lógica, en nuestras manos se encuentra la solución. Los daños económicos ocasionados por el fuego al medio ambiente son incuantificables.  Las afectaciones tienen impactos negativos importantes que comprometen el desarrollo económico de las futuras generaciones. Un incendio forestal es un fuego que, independiente de su origen, pone en peligro o daña a las personas, la propiedad y el ambiente, propagándose sin control en terrenos rurales a través de vegetación leñosa, arbustiva o herbácea, ya sea viva o muerta. A nivel nacional, entre las causas específicas más frecuentes que pueden originar incendios, se encuentran: quemas de desechos agrícolas y forestales, quema de basuras, cigarrillos mal apagados y fogatas descuidadas. Los daños producidos por estos eventos no deseados y la mayoría de las veces intencionados, causan pérdidas gigantescas en lo que se refiere a la superficie afectada, los cultivos agrícolas, ganado, cercos y otros daños colaterales. 

Por otro lado, el daño producto de la contaminación de los suelos, aire y agua no deja de ser relevante. Si bien instituciones como la CONAFOR generan de información y capacitación a la comunidad, es importante que cada uno de nosotros tome conciencia de nuestro entorno y su cuidado. Proponer una integración armónica y de conciencia con nuestro entorno desde el grupo familiar son unas de las actividades previas para concientizar a nuestra sociedad y contribuir a que el origen de estos sucesos no deseados deje de ser mayoritariamente humano. 

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