Ajustes y desajustes escolares

El desplazamiento de la población a los fraccionamientos como Kanasín y Ciudad Caucel, dispara la necesidad de abrir nuevas escuelas.

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De nueva cuenta, el efecto “dona”, que impacta de muchas formas a la capital yucateca, se resiente en las escuelas del centro de la ciudad. La falta de alumnos en esos planteles ha ocasionado, año tras año, el cierre y fusión de grupos con la consiguiente reubicación de maestros. El desplazamiento natural de la población joven a los fraccionamientos de la periferia y zonas conurbadas, como Kanasín y Ciudad Caucel, dispara la necesidad de abrir nuevas escuelas y ampliar el número de aulas existentes ante la creciente demanda del servicio educativo.

Reacomodar al personal docente parece tarea fácil, pero la realidad es que muchos maestros trabajan en dos escuelas y la compatibilidad de horarios complica cualquier movimiento a nuevos planteles. De igual forma se da en secundaria, ya que se trabaja en módulos de 50 minutos y reubicarlos implica el choque de horarios y, en su caso, complica la labor docente al tener que asistir a dos o más escuelas en el mismo turno, propiciando con ello los retardos y ausencias laborales.

A todo lo anterior hay que sumarle el hecho que muchos maestros se encontraban “comisionados” en la Segey y otras dependencias estatales y por los efectos de la reforma educativa los regresaron al aula, su reincorporación les hace la vida de cuadritos a los directores que buscan  acomodar los nuevos horarios. Por estos ajustes y desajustes de inicio de curso, hoy muchas escuelas carecen de maestros y en otras el personal espera “banqueado” su destino final.

Otro hecho que llama fuertemente la atención es el insistente rumor del cambio de mando en la Secretaría de Educación estatal, ya se da por hecho que Víctor Caballero Durán será el sustituto del Dr. Raúl Godoy. Parece ser que las constantes quejas de maestros por la falta de pagos y el ajuste del gabinete de Rolando Zapata da pauta al rumor que, sin embargo, no es nada nuevo, pues a los pocos meses de que fuera nombrado secretario de Educación por la ex gobernadora Ivonne Ortega, ya corría abiertamente el mismo rumor por los pasillos de la dependencia educativa, y así, año tras año se ha repetido el mismo cuento.

Lo único cierto de esta divertida historia es que el Dr. Godoy se va, se va y… no se ha ido. Por cierto, hace falta una fumigación más continua en las escuelas, pues el dengue y el chikungunya van diezmando a la población de alumnos y maestros que contraen ese mal.

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