Está bien que Francia quiera quedar bien con los mexicanos por la amable devolución de la que es ahora su nueva Cosette de Los Miserables de Tepepan, pero la verdad, señores mesiés, no tienen por qué andar condecorando a personajes dudosos como el nuevo consejero presidente del IFAI, el garcon Laveaga, quien fuera impugnado entre otras cosas por su fama de quedarse dormido en las sesiones de trabajo.

Se entiende la necesidad del gobierno francés de tratar de resarcir el daño, pero alguien debería de asesorarlo. Digo, para la otra van a condecorar con la Legión de Honor a Fabiruchis o a Moreira, antes de que se quede en La Habana con los hermanos Castro a enseñarlos a bailar el chúntaro style, sobre todo ahora que anda por aquellos lares en calidad de Quico Guanabacoa. Y hablando de Cuba, me parece muy extraño que hayan mandado de embajador a Lazarito Cárdenas Batel, cuando, dadas las circunstancias, tendría que haber hecho una carrera diplomática en Azerbaiyán.

Como quiera que sea, si Hollande de veras aspira a darnos un poco de satisfacción, podría pedirle a los de Louis Vuitton regalar monederos a todos, que las aguas Evian se pongan a precio de teleofertón, que don Gerard Depardieu venga vestido de Obélix para entrarle a La familia Peluche, o que madame Bruni le dedique una canción a tout le Mexique a dueto con Gloria Trevi, con coros de Kalimba.

Cosas así, porque de otra manera el gobierno mexicano, que es muy dado a imitar casi cualquier cosa (por eso se ha empeñado en convertir a Pemex en un tianguis), es capaz de ponerse a darle doctorados honoris causa, que no Sauza, hasta a García Luna Productions. Sobre todo ahora que el PRD le quiere comer el mandado al PRI y someter a juicio político, a sabiendas de que cualquiera que logre entambar al ex secretario de Seguridad Pública Federal, podría asegurarse el triunfo electoral en la próxima elección.

Bueno, eso si antes el señor Yarrington —ese probo humanista— no logra apañar primero a la ex procuradora Morales de tan inolvidable recuerdo, sobre todo por su eficiencia calderónica. Más allá de la estatura moral del ex góber petocho, sería muy divertido que a la doble de Lucía Méndez le aplicaran michoacanazo y que, al contrario de lo que pasaba durante su gestión, ¡esta vez sí funcionara!