"Amar es la respuesta"

En mi carta, al amigo Santa Claus, le voy a pedir salud, y si no la consigo, le voy a pedir alegría en la enfermedad.

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Ahora que empezó diciembre...en estos días de preparación para la venida de Jesús voy a poner mi nacimiento en la casa y desempolvar mi arbolito navideño. Voy a sentarme a contemplar mi nacimiento y voy a disfrutar la mirada tierna de la Virgen María, esa mirada que da paz, alegría y esperanza. Contemplaré a José y a los pastores, a los reyes magos, y a todo ese conjunto que está alrededor de Jesús, esperando su venida este 24 de diciembre.

Sé que al disfrutar con mi familia el nacimiento en la sala de mi casa me dará la alegría que ofrece la venida de Dios a nuestros corazones.

Este mes de diciembre voy a volver a vivirme niño y disfrutar la inocencia al hacer mi carta a Santa Claus. No le voy a pedir esta vez juguetes y regalos. Le voy a pedir conformarme con lo que tengo, y no sufrir de lo que carezco. Le voy a pedir ser feliz con poco y disfrutar de lo mucho con lo que cuento. En mi carta, al amigo Santa Claus, le voy a pedir salud, y si no la consigo, le voy a pedir alegría en la enfermedad. Le voy a pedir aceptación y paciencia, conmigo, con los demás y con todo ser humano que esté ante mi presencia.

Este mes de diciembre voy a visitar mi iglesia y decirle al Cristo del altar que aún lo amo, y repetirle mi oración favorita: “Señor: que me falte todo, menos Tú”. Me voy a sentar en la parte más oscura del templo, y le voy a confiar mis alegrías y esperanzas, sin dejar de platicarle de mis penas y desilusiones. Pero voy a tratar de aprender a hacer un diálogo sincero, hablándole y luego guardar silencio para que me aconseje.

Este mes de diciembre no dejaré que la crisis, el alza de precios y la aplastante inflación devalúen mis ilusiones y destruyan mis esperanzas. No prestaré oídos a los negativos y fatalistas. Voy a fincar mi esperanza en Jesús, y voy a gozar su nacimiento, el cual será un bálsamo para  mis penas y una esperanza a mis aspiraciones.

Este mes de diciembre no voy a dejar que el consumismo arruine mi cartera, ni voy a basar mi alegría en fiestas, comidas y licor. Voy a hacer mías las palabras de Santa Teresa de Jesús al decir: “Tratar de no desear nada, para tenerlo todo”. Me propondré ser feliz con lo que tengo y no con lo que deseo. Porque el alma no crece cuando le sumamos, crece cuando le restamos. El espíritu de Dios nace en nuestros corazones cuando le abrimos un espacio para el nacimiento de Jesús.

En fin, este mes de diciembre voy a buscar la alegría dentro de mi persona, pues ahí va a nacer el niño Jesús. No dejaré que el año viejo lastime mi mente, ni que el pesimismo esclavice mis pensamientos. Voy a tratar de tener sentimientos y emociones positivas. En una frase, este fin de año ¡voy a esforzarme por ser feliz!  

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