El Ayuntamiento de Progreso abrió una funeraria gratuita para las personas de escasos recursos, con todos los servicios incluidos. 

Quienes hemos perdido a un ser querido sabemos de lo complicado de la situación, ya que no sólo es el dolor que se siente por el fallecimiento, sino la preocupación por la gran cantidad de gastos que implica el velorio/entierro. 

Esta es una de esas acciones que no se esperaban, pero que se reciben con gusto. Y es que entre tanto programa electorero por parte de los gobiernos, resaltan las acciones que son muy sensibles a las necesidades de la población. 

Una de las preocupaciones de los alcaldes siempre es dejar algo para que la población lo recuerde. Que digan: Ese centro de salud lo construyó fulano. Bueno, pues aunque se han hecho varias obras de pavimentación, agua potable y regularización administrativa del Ayuntamiento, ninguna ha logrado llegar a la gente con suficiente fuerza, hasta ahora. La sociedad en general ha recibido muy bien la noticia de la Funeraria Municipal, así que quizá esto sea aquello por lo que se recuerde a Daniel Zacarías. 

Chisme de elección: ¿Será que en el manual que les dieron a los candidatos estaba el bailar zumba como básico para ganar elecciones? Cómo lograr empatía con la gente: 1. Abraza a todo el mundo; 2. Dile a la gente que estás ahí para escucharla y que entiendes sus necesidades; 3. Entra a cuanta clase de zumba te encuentres, disimuladamente, como si fuera algo que haces siempre. 

Pero lo que verdaderamente no entiendo es lo que sacó el equipo de Panchito Torres: “No se olviden de Panchito”. ¿Ya de plano estamos en el punto de decirle a la gente que no sea gacha, que porfa se acuerden de él? Me recuerda a las mamás que chantajean a sus hijos para que les compren o les regalen algo, así como no queriendo la cosa: “Ay hijo, ojalá te acuerdes de tu pobre madre ahora que te vas de viaje”. 

No sé cómo vaya su campaña, pero él es buena onda, bonachón, cae bien. Y aunque no he sido fan de sus programas populachones, estoy segura de que debe tener recursos más convincentes para que la gente vote por él.