El PRI cumplió este 4 de marzo el aniversario de su fundación en condiciones soñadas a nivel Quintana Roo, ya que tiene en su poder las 10 presidencias municipales –como en sus tiempos de dominio absoluto– y el control pleno del poder Legislativo, donde la oposición tiene funciones estrictamente decorativas, para dar incluso un barniz de pluralismo a las decisiones que toma el PRI con sus aliados del Verde Ecologista, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia).

El partido que superó la barrera de la hegemonía – ya que no se preocupa por la reacción de sus pálidos oponentes del PAN y PRD, aunque no deja de estar muy atento a sus reacciones– para maniobrar a placer se ha dado el lujo de asimilar a figuras que militaron en otros partidos, como Marybel Villegas Canché y Berenice Polanco Córdova.

Pero además admitió a quienes militaron en Convergencia, como el ex gobernador Jesús Martínez Ross, Manuel Valencia Cardín (ex Presidente de la Gran Comisión del Congreso) y Mildred Avila Vera, muy cercana a la ex alcaldesa de Cancún, Magaly Achach Solís, también consejera política del PRI.

El PRI ya supo lo que es visitar la lona en cinco ocasiones, ya que en el proceso de principios de julio de 2010 fue derrotado en cinco de los nueve municipios en ese entonces: Benito Juárez, Isla Mujeres, Lázaro Cárdenas, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos.

Incluso, Tulum estuvo en la cuerda floja en ese año. Ya en otras contiendas la oposición le había arrebatado municipios, pero en 2010 la pérdida de alcaldías fue sorprendente, solo comparable con la derrota de 2005 que le arrebató el control del Congreso por vez primera en su historia, dejando al priista Efraín Villanueva Arcos con las ganas de ser Presidente de la Gran Comisión, honor que recayó en Manuel Valencia Cardín.

La elección local del siete de julio de 2013 fue antecedida por los comicios federales de 2012, en los que Andrés Manuel López Obrador obtuvo el triunfo en Quintana Roo, pero triunfó el PRI en dos de tres distritos y además ganó la fórmula PRI-Verde para el Senado.

Este festejo sorprende al PRI en condiciones de ensueño y con figuras que están en los primeros planos y con la mira puesta en la elección federal de 2015.

Si el PRI no comete errores puede llevarse a la bolsa todos los distritos que estarán en juego, a menos que la oposición despierte y lance candidatos competitivos, sobre todo en la zona norte y particularmente en Cancún.

Falta mucho para ese proceso electoral, pero los priistas ya están listos para reanudar hostilidades. Y en los campamentos del PAN y del PRD decidirán si los candidatos del Tricolor ganan por default. El reloj ya se ha puesto en marcha, aunque muchos todavía no alcancen a comprenderlo.