“No quieras correr sin antes caminar”, cuántas veces no hemos escuchado a nuestros padres, asesores o mentores decir estas palabras y los hemos ignorado pensando que son personas anticuadas, que es un consejo de su época, que en el siglo en el que vivimos tenemos que correr y acelerar los pasos para lograr nuestras metas. 

En la vida, como en los negocios, todo tiene un ciclo de madurez; cuando iniciamos creemos que es la mejor época del negocio, ya que es un concepto nuevo o que no existía y por ello va a estar con largas filas de clientes, pero la realidad es que la iniciación, como en todo, es la época más difícil, es la época donde, como un bebé recién nacido, el negocio te va a pedir de más en todos los aspectos, como puede ser en tiempo, esfuerzo, dedicación o incluso más dinero.

Pero no te desesperes, deja que los ciclos de vida del negocio maduren, ten paciencia y no quieras correr antes de caminar. Si confías en tu proyecto trabaja en él y no te dejes vencer, recuerda que ningún inicio es fácil, pero cuando llegas a la meta verás que todo lo vivido valió la pena.  Y recuerda las palabras de Amado Nervo: “La mayor parte de los fracasos nos vienen por querer adelantar la hora de los éxitos”.