Aprender en tres tiempos

Este 14 de febrero evitemos que sea un día comercial y convirtámoslo en un día sentimental.

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En otro show les he escrito sobre la magia del tiempo: el pasado no existe, pues ya se acabó, aunque podemos aprender de él; el futuro tampoco existe, pues no ha ocurrido, pero podemos planearlo, y el presente es tan rápido que se vuelve pasado, dejándonos así únicamente espacio para vivir los instantes. 

Pero dentro de cada uno de ellos se asoma la voz de la conciencia que viaja entre el aprendizaje de aquello que llamamos tiempo y que nos dice “hubiera”. Muchos aseguran que este hubiera no existe, sin embargo estoy seguro de que se encuentra en forma de análisis del pasado, como parte de la culpa y arrepentimiento; es el pensamiento de que el pasado pudo ser mejor. 

El hubiera me sirve para aprender de lo ocurrido, pero me invita de igual manera a no vivir en él para no caer en la depresión de desear volver a ese tiempo ido. Y el hubiese que a este mago tanto llama es el que se liga con el amor, pues ¿cuántas oportunidades no hemos tenido para decirle a nuestra familia y amigos cuánto los amamos? 

Un día este hubiera nos va a ganar y en nuestra mente va a quedar el insistente recuerdo de haberles dicho o hecho algo que les saque una sonrisa como la que ellos ya nos han sacado. 

Ya viene el 14 de febrero, evitemos que sea un día comercial y convirtámoslo en un día sentimental, donde venzamos al hubiera convirtiendo todo nuestro amor en múltiples sonrisas y donde se aproveche cada instante. 

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