Don Víctor Segovia Pinto, connotado arqueólogo yucateco

Un arqueólogo siempre se esmera en sus trabajos, pero esta eminencia yucateca no tiene parangón.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Las líneas de esta semana van dedicadas a un ícono de la Arqueología yucateca que en una fecha como hoy falleció hace 19 años.

El apodo que alguna vez le asignó el presidente José López Portillo al Arqlgo. Víctor Segovia Pinto como un paradójico maya grandote, inteligente y zumbón, que viene en el prólogo de un impresionante libro dedicado a Kohunlich, nos da idea de este gran personaje.

Hoy aún recordamos a don Víctor Segovia como un referente de relevancia en la Arqueología maya.

Fue quien estableció las bases para el estudio de la Arqueoastronomía maya y gracias a sus

investigaciones hoy disfrutamos de los eventos astronómicos que ocurren en varias zonas arqueológicas de la Península.

Pero también tenemos que decir que en el terreno de las exploraciones fue un arqueólogoque siempre se esmeraba en sus trabajos, al grado de que sus calas exploratorias, sus pozos estratigráficos y sus sistemas de exploración siempre fueron impecables y exactos para que el dato arqueológico y la secuencia constructiva del monumento se interpreten adecuadamente.

Qué decir de la restauración, donde expresaba la gran habilidad de poder reintegrar el dato arquitectónico de tal modo que no se apreciaban el mortero moderno para lograr la consolidación o la restauración de los edificios, como la Gran Acrópolis, el Juego de Pelota y el edificio de los mascarones de Kohunlich.

Víctor nos dejó una obra de la cual tenemos que aprender. Fue un férreo defensor del ambiente y cuando los arqueólogos de ese entonces arrasaban con los árboles, con gran energía reclamaba a los depredadores.

Un claro ejemplo de esa visión integral entre los monumentos y el entorno natural creo que aún se puede apreciar en Kohunlich.

En 1986-87, don Víctor Segovia gestionó los recursos -otra gran habilidad- con su tocayo, como decía cuando se dirigía al gobernador don Víctor Cervera Pacheco.

La obra de Víctor Segovia en Uxmal la podemos disfrutar, pues gracias a él existen todos los árboles cuya sombra nos protege en el sitio. La conservación de la flora endémica nos da otra visión del asentamiento.

Hoy continuamos ese camino que nos trazó este gran personaje que, en lo particular, fue mi gran maestro.

Lo más leído

skeleton





skeleton