Asueto y sol

Los efectos nocivos que tiene la radiación solar sobre la piel suelen incrementarse en estos días de asueto.

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Sin el afán de reducir la diversión en este periodo vacacional señalando prohibiciones o limitaciones, ni tampoco de emular a Juan  el Bautista como la voz que clama en el desierto, volvemos a insistir acerca de los efectos nocivos que tiene la radiación solar sobre la piel, que en estos días de asueto suelen incrementarse por el tiempo disponible para actividades recreativas al aire libre; el propósito es informar para disfrutar mejor estos días con el menor daño solar posible a la piel y contribuir un poco a la fotoeducación.

El prefijo foto hace referencia a la luz y de ahí provienen algunas otras palabras como fotodermias, las enfermedades de la piel producidas por el sol; fotodaño, las alteraciones que el sol produce en la piel con el paso del tiempo; fotoenvejecimiento, el conjunto de alteraciones que conocemos como envejecimiento y que son realmente producidas por el sol y no sólo por el paso del tiempo, lo que se denomina cronoenvejecimiento.

También fotodermatitis o fotosensibilidad, que es la inflamación que el sol produce en la piel, de donde deriva la fotoalergia, cuando  el sol inflama las partes expuestas de la piel mediando un fenómeno inmunológico; fototoxicidad, cuando la inflamación es producida por exposición directa, como las quemaduras que ocurren cuando la piel ha estado en contacto con algún producto vegetal como los cítricos y se expone al sol, lo que  se conoce como fitofotosensibilización:  fito, planta, foto, luz, y sensibilización, inflamación, tan frecuente en esta temporada por la elaboración de los mariscos o preparaciones etílicas. 

Desde luego que sin el sol la vida en este planeta sería imposible, primero por su efecto gravitacional que hace factibles el día, el año y las estaciones; es la principal fuente de energía y gracias a la atmósfera que filtra su radiación podemos tener la fotosíntesis que genera oxígeno,  la  visualización de los colores, la melanogénesis,  el metabolismo de la vitamina D, etc. Pero también es el causante de las manchas y tumores que  aparecen en la piel con el paso de los años; no es sólo el tiempo, sino la exposición al sol. 

Las medidas de protección  servirán para reducir el daño que se acumula en la piel, como evitar la exposición innecesaria en el horario de 10 a 16 horas, utilizar ropa que proteja la mayor parte de la piel, así como sombreros y lentes porque los ojos también se dañan con el sol,  pero sobre todo  el uso de un buen bloqueador solar con un factor de 30 o mayor, que deberá ser aplicado cada 2 a 3 horas; cuando se está en el agua, el tiempo de protección se reduce.

La observancia  de este conjunto de medidas que deben tomarse en cuenta cotidianamente  debería ser inculcada en los niños, pues en esta edad todavía puede evitarse la acumulación de las dañinas radiaciones solares. 

P.D. Macondo recibe a su ciudadano fundador, quien inicia cien años de inmortalidad. Una vida rica que enriqueció a muchas más. Descanse en paz el Gabo.

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