No sé qué me apena más, ver a Obelix Depardieu aceptando la nacionalidad rusa de manos de Putin solo por ahorrarse unos euros de sus inconmensurables entradas de dinero, o ver la manera tan poco elegante con la que se critica el nombramiento por parte de Peña Nieto del Inspector Bazbaz en el sector hacendario en materia de inteligencia financiera, cualquier cosa que eso signifique.

Digo, como si el inolvidable ex procurador del Edomex no pudiera aplicar sus célebres y venturosos protocolos de investigación policiales que tantos frutos rindió en el insólito caso Paulette.

En vez de agradecer las contribuciones de Inspector Bazbaz a la política ficción con su delicioso entramado narrativo de película de la India María, los sospechosistas tienen la mala entraña de decir que en las pesquisas utilizadas por la procu mexiquense, solo faltó la grata presencia de La Paca como instrumento justiciero. Eso sí, todo parece indicar que ante las maravillas metodológicas y discursivas de don Alberto, el mismísimo García Luna Productions se enfermaba de envidia.

O sea, no se vale atacar así a la nueva administración por reclutar a un hombre que fue despedido por supuestas incompetencias, como si el PRI fuera incapaz de premiar el espíritu de sacrificio de sus feligreses en el peor estilo de PAN que, ahora sí, ya va a correr a la chachalaca mayor, el señor licenciado don Fox, uno de sus pocos activos. Y todo por una leve traicioncita, ni aguantan nada.

No es por nada, pero ya saboreo cuando, instalado Bazbaz Sacal en la Inteligencia Financiera, recurra a sus herramientas de MP para explicar situaciones dudosas de carácter económicas. Por ejemplo, Dios no lo quiera aunque sea tradición tricolor, una debacle tipo el horror de diciembre: en vez de recurrir al camino fácil de echarle la culpa a Salinas, se explicaría que, una vez más, el cártel de la cama y los edredones hicieron de las suyas asfixiando con sus especulaciones en la bolsa al sistema financiero nacional.

Igual, en el dudoso caso de que el combate al lavado de dinero no fuera mejor que en el calderonato —lo cual sí de plano sería como para exigir que los funcionarios se exilien a Siberia mon amour—, Bazbaz generaría varias líneas de justificación: que todo es atribuible al tráfico de tarjetas Monex.

Si el Gelboy no rescata a Bazbaz —sangre de su sangre— se hubiera sentado tan mal precedente entre priistas, que se habría producido un éxodo hacia Morena peor del que se verá en el aburrido PRD chuchista.