Bien dicen que el que tiene salud lo tiene todo

Más de 90% de los mexicanos tenemos algún tipo de cobertura en el sistema público, pero millones de asegurados rehuimos a los hospitales públicos y optamos por el médico privado.

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En los últimos días hubo dos noticas que me  entristecieron y que me han hecho pensar en esta afirmación y en la clase de servicios que tenemos. La primera fue la nota del niño a quien le extirparon por error el único ojo sano que tenía. La segunda fue la del recién nacido a quien le confundieron el cordón umbilical con los genitales. Ambos casos fueron atendidos en el Seguro Social. 

He visto de cerca cómo hay gente muy valiosa trabajando en el IMSS, desde profesionales calificados hasta personal que hace su mejor esfuerzo para ofrecer un servicio decente, aun con recursos sumamente limitados. 

A los mexicanos nos parece algo normal el sistema lento y burocrático del IMSS, tener que apuntarse en una larga lista de espera para ser atendido. La visita a urgencias puede llevar al menos dos o tres horas, mientras que una consulta con un especialista puede tardar meses.

No podemos estar satisfechos. ¿Por qué nos tenemos que acostumbrar a que esta sea la norma cuando nada es gratuito? Nos cuesta a todos.

Administrativamente, más de 90% de los mexicanos tenemos algún tipo de cobertura en el sistema público, pero millones de asegurados rehuimos a los hospitales públicos y optamos por el médico privado. Con el respectivo efecto secundario del gasto exorbitante que representa comprar medicamentos en farmacias privadas.

Se me revuelve el estómago con lo que le ocurrió a esos dos niños y a sus familias. Me da tristeza, dolor, impotencia pensar que a esos pequeños la vida les cambió dentro de lugares donde se supone trabajan para cuidar nuestro bien más preciado.

Tengo muchas inquietudes: ¿se hará justicia?, ¿habrá responsables?, ¿cómo van a medio tratar de reparar el daño?, ¿el IMSS reconocerá su responsabilidad? Con el dinero adicional que se está recaudando producto de las recientes reformas fiscales, ¿habrá más dinero para el sector salud?, ¿más recursos significarán mejor salud pública?

Mientras yo me hago estas preguntas, esperaría que quienes dirigen esas instituciones mínimo estén conscientes de la urgencia de revisar los protocolos de atención a los usuarios. Urge un criterio de atención más humanizada y menos sistematizada. Dos negligencias médicas contra bebés en menos de un mes es algo para pensar.

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