'Bienestar, es estar bien'

El bienestar no depende sólo de un factor determinado, como la salud o los ingresos, sino de cómo interactúan las diferentes facetas de nuestra vida.

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Si buscamos en el diccionario la palabra bienestar veremos que tiene tres acepciones: “Las cosas necesarias para vivir bien; el tener lo suficiente para poder disfrutar y estar tranquilo; y el estado en el que nos damos cuenta de que tanto nuestro cuerpo como nuestra mente están funcionando adecuadamente”.

Los médicos y los sicólogos se han preocupado por curar en el paciente la depresión, la ansiedad, y la neurosis, pero pocas veces se han ocupado del “bienestar” de su paciente.

El bienestar no depende sólo de un factor determinado, como la salud o los ingresos, sino de cómo interactúan las diferentes facetas de nuestra vida.

Por lo cual “la sicología positiva” se dedica precisamente a estudiar de manera científica qué caracteriza el vivir bien, el disfrutar y el funcionar óptimamente.

El bienestar no sólo es sentirse felices, ni consiste exclusivamente en tener éxito económico o en gozar de buena salud.

Así vemos que mucha gente afirma que si tuviera mucho más dinero del que posee serían felices. Otros que al estar casados (o divorciados), los haría más felices. O que si tuvieran una jubilación gozarían más de su vida. Y lo triste es que estos cambios no necesariamente les va a dar bienestar en su vida.

Uno de los hallazgos más relevantes realizados por la compañía encuestadora Gallub, es que hay cinco áreas o elementos que distinguen una vida plena de bienestar, de una vida de sufrimiento: 

El primero es “el bienestar laboral”. Esto es, cómo pasamos el tiempo en el trabajo y si nos gusta lo que hacemos. El segundo es “el bienestar social”; es decir, tener cariño y buenas relaciones con las personas que nos rodean.

El tercer elemento se refiere al “bienestar financiero”, que tiene que ver con nuestro dinero y cómo lo manejamos. El cuarto es “el bienestar físico”, que implica tener buena salud y energía necesaria para realizar nuestras actividades diarias. Y el quinto factor es “el bienestar comunitario”, que es sentirnos parte de la comunidad en la que vivimos y estar involucrados en ella.

Pero según la encuesta Gallup, sólo el 7 por ciento de las personas viven las cinco fases en plenitud. Por lo cual, al mejorar cualquiera de ellas, nos traerá consecuencias positivas, aunque, para gozar realmente de un bienestar, es necesario estar bien en lo laboral, lo social, lo financiero, lo físico y lo comunitario.

Hoy es un buen día para hacer cambios en nuestra vida y así lograr un bienestar completo. Podemos empezar a gozar nuestro trabajo y a dejar de sufrirlo, eso mejorará el bienestar laboral. Podemos pasar más tiempo con nuestros seres queridos, y con eso acrecentar el bienestar social; hacer ejercicio o dejar de fumar para mejorar el bienestar físico; usar el dinero juiciosamente con el objetivo de promover el bienestar financiero; involucrarnos con alguna organización o proyecto local, para aumentar nuestro bienestar comunitario.

Sí, bienestar es estar bien. Y no olvidemos que: “No somos dueños de lo que tenemos, sino de lo que disfrutamos”. 

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