Bocanada de aire fresco: el papa Bergoglio comunica bien

Es un líder que logró cruzar la frontera digital con disparos precisos, el Washington Post lo definió como un Papa hecho para Twitter.

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En una terna como excelentes comunicadores del ámbito político y del spotlight  internacional no dudaría en nominar a figuras como Barack Obama, Hugo Chávez o Nelson Mandela. ¿Qué los distingue? Creo que la sencillez de su lenguaje y la claridad de ideas, esencialmente. 

En el ámbito religioso pienso en el Papa Francisco, una figura con gran capacidad de llamar la atención de creyentes, ateos, gnósticos y demás. Veo una línea de comunicación definida y basada en lo que conquistó con sus primeros mensajes y apariciones públicas. Pocas apariciones, pocos mensajes; eso sí, concretos y simples, verbales y no verbales. Elementos que al menos a él le han resultado suficientes para ganar credibilidad y simpatía. 

Es un líder que logró cruzar la frontera digital con disparos precisos, el Washington Post lo definió como un Papa hecho para Twitter. De sus discursos improvisados se ha desprendido material interesante, frases tuiteables como “La eternidad no será aburrida”, “No se puede anunciar a Jesús con cara de funeral”, o “No somos cristianos part-time”. 

Agregaría que el éxito mediático del Papa también tiene que ver con lo que no dice, sino con lo que hace. En palabras del catalán Joan Costa, un referente en comunicación visual en Hispanoamérica: actuar y comunicar es lo mismo. En el siglo XXI no se trata solo de mensajes y relaciones públicas, hay que comunicar con valores y significados. Es decir, la clave no es sólo lo que se diga, sino lo que la gente interpreta de cada acción por sencilla que ésta sea. 

Francisco lo ha hecho bien, en marzo pagó su cuenta de hotel, rechazó un vehículo lujoso y hace unos días aceptó que no quería ser Papa. Se supo que le apagó las luces a una residencia y decidió permanecer en una estancia modesta. 

En estos tiempos que se vive la peor crisis en el clero, la elección de un Papa comunicador es una bocanada gigante de aire fresco. Yo por lo pronto estaría encantada de ver a Francisco bailar un  tango al ritmo de Gardel o Piazzola.

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