Hoy cierra oficialmente el Buen Fin, aprovechando el puente por la conmemoración de la Revolución Mexicana, una buena estrategia para generar ventas, “mover la economía” y olvidarse del ahorro,  un hábito que tanta falta nos hace a los mexicanos.

Las tiendas estuvieron en ebullición, como en tiempos de compras de pánico o vísperas de Navidad y Año Nuevo, una clara muestra de la respuesta a esta iniciativa. 

Ofertas, varias; promociones, muchas; meses sin intereses, bastantes, y saldos, abundantes. Esto último un indicador de que no todos los comercios pusieron a disposición del cliente mercancía especial para el Buen Fin, sino aprovecharon el momento para deshacerse de lo que no pudieron vender en el año. 

Estas alternativas, más que problemas, podemos considerarlas oportunidades para aprender. Son una prueba para contener nuestro espíritu consumista y pensar fríamente qué necesitamos, cuáles son las verdaderas oportunidades de compra, porque si no caemos en el abismo de las deudas por artículos innecesarios que estaremos pagando hasta el próximo Buen Fin. 

Debemos madurar como consumidores para estos días más que de gastar, sean de guardar la calma, ahorrar y sólo comprar lo que se requiere. Finalmente ahí viene diciembre y también traerá promociones, ofertas y descuentos que incluso podrían superar los de este fin de semana.