En los últimos días, Enrique de la Madrid Cordero, secretario federal de Turismo, ha puesto de ejemplo en materia turística a la Península de Yucatán: En el Foro de Negocios México-Cuba realizado en Mérida, primero, y en la Expohotel llevada a cabo en Cancún después, ha dicho que la ecuación “promoción-inversión-paz” siempre brindará resultados favorables. A las pruebas se remitió.

No hay quien pueda negar los abundantes beneficios de uno de los sectores económicos más dinámicos, menos aún en un Cancún que sigue cosechando logros en una etapa de cierre, que antaño era para “nadar de a muertito”. A las pruebas me remito.

Hace una semana la administración de Paul Carrillo informó que el “Parador Fotográfico” de Playa Delfines contabilizaba, cuando menos, más de 100 millones de impactos en redes sociales desde julio de 2014, calculando que sólo el 28% comparte la imagen con sus contactos, que en promedio son 130. 

Lo anterior revela que serían más de 4 mil impactos diarios, más los de cancunenses, quienes ya lo ven como ícono de identidad. ¿Qué hay detrás de ese número? Visto modestamente implica la consolidación de una las playas más conocidas, hoy “Blue Flag”, la cual presume calidad del agua, limpieza, vigilancia, seguridad, estacionamiento, gimnasio, regaderas y sanitarios.

Visto en profundidad es la consumación de la política pública en torno al rescate de espacios y, sobre todo, en potenciar estos sitios de belleza natural únicos, aptos para el esparcimiento y la recreación. Porque por esa misma fecha Playa Coral recibía el “Blue Flag”, con la cual suman siete: Las Perlas, Chac Mool, Marlín, Ballenas y El Niño, además de las dos citadas.

“Ello ha permitido que Cancún se ostente como el destino turístico líder en México, y seguiremos impulsando la competitividad. En julio tendremos otra entrega de ‘Ponle una Estrella a Tu Servicio Turístico’, actividad con la que hemos entregado 60 condecoraciones a trabajadores de la industria, fomentando la eficiencia y la eficacia”, resumía Carrillo de Cáceres.

Y aunque las cifras le favorecen, el presidente pidió redoblar esfuerzos a los integrantes de su gabinete no sólo en ese ámbito. Desde el segundo informe adelantó que trabajarían a marchas forzadas hasta el último día, y recientemente comprometió el despliegue de acciones extras, apuntalando la idea prometida hace casi un año.  

Desorbitado

Como en el país, también aquí la gente sigue reclamando. La semana pasada publiqué en este espacio que el “despertar” se demuestra en protestas recientes, como ahora en el Congreso estatal, la cual no obstante está siendo manipulada para beneficio de un sector. 

No se condena la manifestación, menos cuando pudiera tener eco y razón. Lo reprochable es el uso conveniente del derecho ciudadano. Lo mismo podría criticarse de ciertos legisladores, incluso de oposición, quienes en otro tiempo “aprobaron” (ausentándose o absteniéndose) lo que hoy denuncian.

Sólo se podrá avanzar cuando ese “basta” se despoje de intereses creados y responda al bienestar colectivo. De lo contrario, la violencia seguirá imponiéndose ante el diálogo.