Excelente está resultando este año la temporada de lluvias, no sólo para el Estado de Yucatán sino para toda la península en general.

Con sólo salir de las zonas urbanas se aprecian todas las tonalidades de verde que hacía años no se veían para estas fechas y los campesinos y agricultores están de plácemes: el maíz, el frijol, la calabaza, en fin todo lo sembrado, creciendo como nunca y ya esperamos buenas cosechas, si no es que ya están empezando.

Un servidor lo ha podido constatar, ya que he realizado algunos viajes al oriente y sur del Estado e incluso a Quintana Roo, en particular a la zona sur, y vaya que ha llovido y sigue lloviendo, los terrenos están anegados y súper húmedos y los sembrados a todo lo que dan. Sólo falta que la naturaleza nos regale un poco más de tiempo y no llegue ningún ciclón tropical que arruine todas las cosechas ya casi por lograrse.

Mérida y su zona metropolitana también han recibido buenos aguaceros este año y ni qué decir la costa yucateca; a un servidor le tocó ver a un Telchac Puerto con sus calles de arena inundadas como hacía tiempo no se veían y que tal la lluvia de aquel domingo de temporada de hace 3 semanas en Progreso que inundó el malecón. Pero no olvidemos que estamos en la fase más intensa y peligrosa de la temporada de huracanes.

En septiembre varios huracanes  nos han impactado y a estas alturas ya todas las empresas, instituciones y los hogares yucatecos deben tener listo su plan de contingencia contra esos fenómenos por si acaso hubiera una amenaza real y las autoridades de protección civil avisaran de ello. Si usted aún no lo ha hecho, debe hacerlo ya porque más vale prevenir que lamentar.