¿Usted sufrió bullying cuando era niño? Yo considero que no lo sufrí. Por supuesto, quizá alguna vez fui víctima de burlas o comentarios mal intencionados, pero nunca al nivel de lo que pasa ahora. Eso de que los niños mueran a causa de las golpizas que les dan sus compañeros no tenía cabida en mis tiempos, que fueron hace unos pocos años, tampoco vaya a pensar que soy muy mayor. 

Le soy franca, es una situación que me asombra. Y me llama la atención que los padres de familia son los primeros en exigirle al gobierno que haga algo para prevenir el bullying, cuando ellos son los responsables de fomentar en sus hijos valores como el respeto, la tolerancia y la autoestima. Y no intento culpar a nadie, cada situación es distinta, pero sí creo que hemos caído en un paternalismo excesivo con nuestras autoridades. ¡Qué esperanzas que yo me la pasara viendo toda la tarde la televisión!

Y ni qué decir de siquiera atrevernos a pensar en levantarle la voz o contradecir de alguna manera a alguno de nuestros papás, porque aparecía la famosa chancla, el cinturón o aquello de “allá vas a ir a recoger tus dientes”.  Y la verdad hoy lo agradezco, porque nuestros papás nos enseñaron a respetar, entre otros valores. 

Me ha tocado escuchar a padres jóvenes quejarse de que el gobierno no los apoya, pero la verdad es que la forma más efectiva de prevenir conductas antisociales es hablando y poniéndole atención a los hijos. Somos una generación muy comodina: tenemos hijos para que los cuiden nuestros papás, tenemos televisión para que los niños no nos molesten y los llevamos a la escuela esperando que los maestros sean una especie de padres sustitutos. 

Es muy triste que no seamos capaces de reconocer que nosotros también tenemos que involucrarnos y que, de hecho, ni los abuelos ni la tele ni los maestros son responsables de su educación. 

Vivo frente a un kinder, así que me toca escuchar todos los shows que llevan los papás cuando su hijo cumple años. Hace unas semanas hubo una fiesta y llevaron un show de títeres. Empezó muy bien, con los muppets que cantaban y contaban chistes, hasta que presentaron a la cerdita Peggy imitando a Laura León.

De repente empezó a cantar: dos marranas, un camino (¿se acuerda de la telenovela Dos Mujeres, un camino?) en referencia a la rana René. Quizá suene chistoso y no dudo que los muppets hayan estado muy bien hechos, porque los niños estaban muertos de risa, pero ¿qué tipo de mensajes les estamos mandando? 

Sin duda, el gobierno tiene que hacer programas de prevención que fortalezcan los valores familiares, desde la familia y con el involucramiento de los papás, pero también los padres deben involucrarse más con sus hijos. Es un asunto de todos, hay que aceptar nuestra responsabilidad porque, si no, no va a funcionar.