Buscando a El Tío en medio de la Yaldaé

Hoy, mientras escribo estas notas, se cumplen 50 días de que Teodulfo Torres Soriano, mejor conocido como El Tío, está desaparecido.

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A Claudia Cámara, en esta hora

Hoy, mientras escribo estas notas, se cumplen 50 días de que Teodulfo Torres Soriano, mejor conocido como El Tío, está desaparecido. Recorro con la mirada buscando algo a lo cual asirme para poder ir articulando las palabras que den cauce al miedo, la zozobra y la indignación. Me topo con la primera de forros de uno de los números más recientes de cuadernillos editados por PasodeGato: S.O.S. La Gran Travesía, de Francisco Solís.

El Tío debería ser uno de los personajes en la obra del director de la compañía Teatro del Sueño; así, Raí, Nubia, Lúa, Eddy y Art ya lo hubieran encontrado y devuelto a todas y cada una de las trincheras donde su ausencia cala hondo, como el proyecto de agricultura urbana “El Terreno” (sistemáticamente amenazado por la connivencia de caciques locales de Xochimilco con el gobierno de la Ciudad de México) o el grupo de teatro “Mitote”, colectivo de la “Otra Cultura” dentro de La Sexta. Pero no, no lo es.

O, quizás sí y, encarnando al Guardián del Equilibrio, es él quien les dice a estos jovencitos un poco más pequeños que mi hijo que: “En los últimos tiempos el mundo ha cambiado […] Los hombres son cada vez más egoístas y ambiciosos [y] sus relaciones se han vuelto más violentas y su trato menos armónico […]

Nos hemos alejado de la naturaleza. La tierra se ha vuelto triste y es por ello que es preciso salvarla [pues] todo lo que ha sucedido es parte de un proyecto de un ser maligno que habita en la zona oscura de la tierra: Yaldaé”.
Yaldaé o Yaldaes como los antiguos persas llamaban a la noche más larga de su calendario. El poeta Musharrif al-Din ibn Muslih al-Din (1213-1291) escribió en El jardín de las frutas (1257) que “La verdad no vendrá mañana, hasta que la noche Yalda se ha ido”.

En la obra del maestro Solís, esa noche es aún más larga porque los hombres se han convertido en máquinas rutinarias a las cuales es fácil vencer gracias a su inmovilidad.

El Tío lo sabía, por eso lo mismo hacía teatro con Kuy que caminaba junto a mujeres gigantas en “El Terreno”. Y, por eso también, Yaldaé lo tiene como a Lúa en su frío y desolado seno. Será necesario echar mano de La Raíz Más Firme y El Material Más Sólido para dar con él y hacer que esta noche, que ha alcanzado incluso a la comunidad teatral yucateca en el dolor que visita hoy a una de sus cómicas escritoras de teatro regional, se disipe.

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