Mucha controversia generó, desde su presentación, el plan “Escuelas al centro” que pretende elevar la calidad de la educación con seis acciones para reordenar el servicio educativo. Una de ellas, la quinta acción, ha despertado desacuerdos entre los maestros y la autoridad educativa, pues propone flexionar el actual calendario escolar de manera que, de acuerdo con las necesidades y características de la comunidad, se pueda optar por un ciclo escolar de sólo 185 días en vez de los 200 que actualmente se cubren.

Conforme pasaron los días, muchas han sido las declaraciones sobre este tema, pero hay una que nos obliga a reflexionar profundamente sobre las 800 horas de clase que el secretario de Educación, Aurelio Nuño, marca como obligatorias para cubrir en el curso escolar, además de la flexibilidad que requieran las comunidades escolares para cubrirlas puntualmente.

Dicha declaración ha dejado muchas dudas entre los maestros sobre su aplicación en nuestro Estado, pues ya andan pensando en nuevos ajustes de puentes o bien en dos meses de receso escolar de verano, aunque se vean obligados a extender la jornada diaria de clases: una hora en preescolar, media más en primaria y 10 minutos por módulo en secundaria.

De entrada, habrá problemas en las escuelas que trabajan doble turno y con diferente número de maestros, además del corto tiempo que tendrá el personal de apoyo para realizar la limpieza de las aulas. 

Llaman la atención las 800 horas que deberán impartirse durante el ciclo escolar, pues basta una simple multiplicación para dejar en claro que los maestros trabajan más de esa cantidad. Veamos, en una jornada de primaria se trabajan 5 horas diarias que, multiplicadas por los 200 días del actual calendario, nos dan 1,000 horas laboradas; en secundaria son siete horas, que multiplicadas también por los 200 días nos dan 1,400 horas y oficialmente se nos pide incrementar aún más la jornada de clases.

Nos dicen que educación física y artística serán extra clase, pero están dentro de la currícula escolar. Son muchos los argumentos esgrimidos para hacer trabajar más al maestro, como si esto fuera el éxito de la reforma, sin embargo, en muchos países con excelentes niveles académicos el calendario escolar es aún más corto.

Al final, la decisión quedará marcada por los intereses de empresarios y prestadores de servicios que buscan asegurar su “agosto” en el próximo verano. Hoy se planteará en el CTE.