El que calla otorga

Me gusta la actitud de la gente y me gusta su iniciativa y descontento. Y francamente me desilusiona la actitud de los políticos, tan lejana y tan insensible.

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En política es muy común que, cuando el líder hace algo mal, ninguno de sus seguidores lo cuestiona. Normalmente hay dimes y diretes con la oposición, pero no pasa de ahí. En política también, hay ocasiones en las que el silencio dice más que mil palabras.

Hace ya dos meses de la desaparición de los 43 normalistas de Iguala y todavía parece no haber pistas. Nos habían dicho que los quemaron a sangre fría, incluso presentaron testimonios de quienes les prendieron fuego detallando cada movimiento. Sin embargo, al final se determinó que no eran los 43 que buscamos, y esos quemados cuyos restos se encontraron quién sabe quiénes eran. 

Es indignante ver que no son sólo 43, que con cada pesquisa y seguimiento de pistas salen más desaparecidos que no han sido reclamados, quizá por miedo, quizá porque ya no tienen quien los reclame. ¿Cuántos desaparecidos habrá? Al parecer nunca lo sabremos.

Una de las cosas que más se le admiraban al presidente Enrique Peña Nieto era su buen manejo de imagen. Desde que tomó posesión, entró bien plantado, con un discurso bien ensayado y que le llegó a toda la población. Ahora, después de estos hechos, nos preguntamos qué pasó.

La crisis se les salió de las manos y no supieron cómo atenderla. Y es que hay cosas que no se pueden tapar con un dedo, como el sufrimiento y la incertidumbre que viven los familiares de los desaparecidos. ¿Cómo salir a defender lo indefendible?

Al parecer (así lo piensan ellos) la mejor estrategia en este momento es la que han aplicado los políticos: guardar silencio. Y me refiero a los de todos los partidos, porque a fin de cuentas todos están involucrados de cierta manera. 

Los que no guardan silencio, y no deberían guardarlo nunca, son los ciudadanos, quienes todos los días manifiestan su indignación. No es la primera vez que hay desaparecidos y no es la primera vez que sabemos de fosas llenas de restos humanos, pero sí es la primera vez que la gente lo deja de ver como algo normal y lo empieza a ver como algo totalmente aberrante. 

Me gusta la actitud de la gente y me gusta su iniciativa y descontento. Y francamente me desilusiona la actitud de los políticos, tan lejana y tan insensible. Ya no es un tema de quién es de mi partido, quién es mi jefe y quién es mi oposición; es un tema de dignidad, de sensibilidad y de humanidad. 

Chisme de elección: Pues todos los aspirantes están en la espera, con eso de que los priístas deben pedir licencia el 7 de diciembre, ya falta poco para que se sepa quiénes serán los contendientes.

Aunque eso no signifique que sigan atosigando a todo el mundo con los tres fotógrafos que los acompañan a cuanto evento se aparecen. ¿Por qué tres? Yo pienso que si contrataran a un fotógrafo bueno, sería suficiente.

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