Carbono cero en turismo: ¿es posible para Quintana Roo?

En mis últimos dos viajes, uno a Costa Rica y otro a Guatemala, me sorprendió mucho que ambos países están trabajando y comunicando muy bien sus estrategias...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En mis últimos dos viajes, uno a Costa Rica y otro a Guatemala, me sorprendió mucho que ambos países están trabajando y comunicando muy bien sus estrategias para reducir, desde diferentes frentes, sus emisiones de gases efecto invernadero, causantes principales del cambio climático.

Pero también me llamó la atención que ambas naciones tienen muy avanzado el concepto de Carbono Cero o Carbono Neutral, e incluso hay empresas especializadas en trabajar asesorando a empresas y gobiernos en este tema. ¿Qué significa esto?

Basado en el concepto de que uno de los objetivos de la fotosíntesis en especies vegetales es convertir bióxido de carbono en oxígeno, los árboles y otras especies de flora nos ayudan a “limpiar” el ambiente; hoy, es posible saber exactamente cuál es el CO2 que un árbol, un bosque o una selva es capaz de capturar en un periodo determinado. Diversas organizaciones han logrado establecer mecanismos para “comprar” esta captura de CO2 a través de los llamados bonos de carbono.

Entonces, si nosotros podemos medir las emisiones de CO2 que tiene nuestra operación (pensemos por ejemplo, un hotel) y saber la cantidad de bióxido de carbono que tienen nuestras selvas, o el número de árboles que es necesario plantar para equilibrar estas emisiones, o incluso invertir en proyectos que eliminan emisiones de carbono (por ejemplo, el cambio de estufas de leña por algunas de menor emisión), podríamos llegar a ser “carbono neutral” o “carbono cero”.

El concepto en Quintana Roo no es nuevo, de hecho, existen hoteles y eventos que ya tienen experiencia en “compensar sus emisiones de carbono”, sin embargo, lo que ha faltado es un mecanismo a nivel sector que permita por un lado, tener una metodología común avalada por el sector para la medición de emisiones, y por otro lado, tener identificados los proyectos que hay en Quintana Roo que ya están capturando carbono o reduciendo emisiones para poder invertir en ellos.

¿Qué beneficio tiene esto? Primero, nos permite tener un conocimiento de cuánto estamos emitiendo en toneladas de CO2 por sector, empresa, individuo, y nos da la posibilidad de trabajar estrategias para reducir este impacto al medio ambiente; y por otro, una vez estableciendo medidas para reducir este impacto, nos da la posibilidad de aportar recursos a comunidades locales que trabajan conservando sus bosques y selvas para beneficio de todos nosotros. La cereza en el pastel, nos daría la posibilidad de poder ofertarnos como un destino “bajo en carbono” o “carbono cero”, como ya lo hacen otras empresas, destinos y países.

¿Qué hace falta? Desde mi punto de vista, solamente establecer estos enlaces entre las empresas que ya están midiendo sus emisiones de CO2 (conozco varias en el estado) y las iniciativas de comunidades que tienen este tipo de oferta, y generar este vínculo para poder llevarnos hacia un turismo con menores emisiones de carbono.

Lo demás, es establecer mecanismos innovadores y comercializables para que esos fondos realmente se inviertan en proyectos que funcionen y generen beneficio al ambiente.

¿No sería muy interesante que cada turista que llega a Quintana Roo, aportara un fondo para compensar las emisiones de carbono de su viaje, y ese fondo apoyara a nuestras comunidades locales?

Lo más leído

skeleton





skeleton