La carrera

El “Bronco”, gobernador de Nuevo León, aprovechará sus primeros tres años de gobierno para la grande.

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Apenas a tiempo para iniciar la carrera por la presidencia de la República, el “Bronco” gobernador de Nuevo León que, ¿quién lo duda?, aprovechará sus primeros tres años de gobierno para la grande, hace mohínes porque los medios no le han dado la difusión que merece su discurso en el que advierte a los empresarios que en su gobierno no habrá corrupción, prohibiendo el pago del diezmo o, para usar terminología PANista, los moches.

Aunque su escasa propagación no puede acreditarse tan sólo a una venganza de los medios, por haberlos públicamente vituperado, negándoles el pago por publicidad, sino, tal vez,  a la marcada intrascendencia de la nota, que el célebre norteño quiso pasar por novedosa, cuando lo cierto es que la corrupción ni se acaba por decreto, por más enjundia que se ponga en el discurso, ni puede circunscribirse al ámbito gubernamental, en cualquiera de sus niveles.

Como no hay corrupto sin corruptor, en lo que sí le atinó fue en dirigirle la perorata a la iniciativa privada que resulta la principal promotora y beneficiaria de esa práctica que le permite evadir la ley tanto en los aspectos fiscales como laborales y ecológicos.

El que no da pie con bola es AMLO, pues el regio, que parece la versión norteña del tabasqueño, tiene un discurso similar, por contestatario, pero con un estilo diferente, más bravucón y festivo al estilo de Fox, que le puede disputar con ventaja la clientela electoral, sobre todo la que se manifiesta decepcionada de los partidos políticos, lo que puede reducir considerablemente su ventaja de tener más de 12 años de campaña.

Otra que puede estar en condiciones de disputar el voto de los apartidistas quizá sería Margarita Zavala, pues resulta difícil que pueda salir por el PAN ante el activismo de Anaya y la fortaleza financiera de Moreno Valle, que hoy día se ha constituido en el factótum de cuanto acontece en el blanquiazul, lo que la obligaría a ir por la libre.

El PRD, si puede evadir el cáliz de la alianza envenenada, le jugará también a una candidatura ciudadana  para postular a Mancera que tiene, conforme a sus banderas de incrementar el salario mínimo, de apoyo a la libertad de opción sexual, así como de no criminalizar el consumo de la marihuana, una proyección que trasciende al Distrito Federal.

Y en el partido en el gobierno, el PRI, fieles a los procedimientos, sintetizados por Fidel Velázquez en el axioma de no moverse para salir en la foto, en espera tal vez del visto bueno presidencial, los president’s men: Videgaray, Osorio Chong y Aurelio Nuño, se la tendrán que ver con Manlio Fabio que, al frente de su partido, hará todo lo posible por presentar un proyecto alterno al tecnócrata, en lo que sería tal vez su última oportunidad para aspirar a la Presidencia de la República.

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