Se acerca el final de año y con ello una etapa de reflexión, de analizar o vivido, de plantear nuevas metas a futuro, y en el caso de mucha gente, de celebrar en familia la navidad y el cierre del año.

Pero seamos sinceros, llega también una época en la que más de uno de nosotros cambia su comportamiento de consumo. Al recibir aguinaldo, y tener mas poder adquisitivo, al querer agasajar a amigos  familiares, al decorar nuestra casa con el árbol de navidad y las luces, al tener días libres y ser atacados de forma continua por la necesidad de consumo, incrementamos nuestro nivel de compras, nos fijamos menos en la necesidad de los artículos que compramos, aumentamos nuestra generación de residuos, entre otros impactos al ambiente. 

Y por supuesto no estoy tratando de quitarle la magia a esta navidad y fiestas de año nuevo, no lo pretendo, pero si creo que puedo darles algunas recomendaciones para que en estas fiestas no tan solo la pasemos bien, sino contribuyamos a disminuir nuestro impacto.

Una de las recomendaciones tiene que ver con el consumo de energía. En estas fechas al adornar la casa, tratemos de utilizar en la medida de lo posible adornos con focos led o de bajo consumo, no dejar prendido el árbol y los adornos todo el día.

Uno de los artículos que tiene menor tiempo de duración en estas fechas es el árbol de navidad; tratemos de no comprar árboles, ni naturales ni artificiales, sino tratar de tener un árbol rentado o elaborado con materiales de reuso. Si ya optamos por comprar uno, al final de su vida útil llevémoslo a los centros de acopio destinados para su reciclaje.

En cuanto a los regalos, tratemos de comprar a artesanos y productores locales, responsable y en un mismo sitio para evitar transitar grandes distancias; tratemos también de elegir regalos con empaques excesivos, y a la hora de envolver nuestros regalos, hagámoslo con papel reciclado o sumémonos a campañas como la que promueve el Gobierno del Distrito Federal que se llama “sin moño y sin bolsita”, enfatizando la necesidad de disminuir la generación de residuos. Si regalemos artículos que necesitan baterías, regalemos también junto a ellos un par de baterías recargables, con el objetivo de no generar residuos peligrosos al final de su vida útil. 

También podemos no solo hacer felices a familiares y amigos con un regalo, sino poder apoyar a alguna casa, fundación o comunidad con algún o algunos regalos para las personas que realmente lo necesiten.

Y es que no se trata de otra cosa más que tener un poco de conciencia de qué compramos, por qué compramos, para qué compramos y donde termina lo que compramos. Si cada vez que compráramos hiciéramos estas sencillas preguntas, seríamos mucho más conscientes al momento de realizar nuestros consumos, y sobre todo, disminuiríamos de forma considerable la cantidad de residuos que generamos.

Finalmente, como dice el dicho, tu eres lo que consumes.

Les deseo que tengan unas fiestas muy felices, llenas de cariño y rodeados de sus seres queridos, y por supuesto, muy sustentable.