Centralismo en el INE

El centralismo a la quinta potencia se está manifestando en el filtro para seleccionar a los once...

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El centralismo a la quinta potencia se está manifestando en el filtro para seleccionar a los once consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), ya que sin analizar los perfiles fueron desechados los aspirantes de diversas zonas del país, dejando enfilados a elementos de la zona centro del país.

Lamentable la marginación de prospectos llovidos de todas las regiones del país. Incluso, la Península de Yucatán quedó excluida, así como gran parte del sur-sureste del país. Una mala señal no envía un INE donde se acentúa el desprecio brutal hacia la provincia, preservando siempre a figuras del centro del país o que se establecieron en el altiplano.

De los 307 aspirantes fueron seleccionados 71 que superaron el primer filtro, y ya en el segundo nivel quedará una lista con 55 finalistas. Pero los dados cargados saltan a la vista, ya que figuran en la lista los cuatro consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE): María Marván, Marco Baños, Lorenzo Córdova y Benito Nacif, quienes tienen todo a favor para permanecer, precisamente por criterios políticos. 

En Quintana Roo se inscribieron seis, entre ellos el Consejero Presidente del Ieqroo, Jorge Manríquez Centeno, y el Magistrado Presidente del Tribunal Estatal Electoral, Víctor Vivas Vivas. Todos fueron eliminados en esa ronda.

Como otras entidades, Quintana Roo presentó perfiles con capacidad comprobada, como Juan Serrano Peraza y Thalía Hernández Robledo, cuyos expedientes ni siquiera fueron revisados por el jurado que opera entre tinieblas.

Por Chiapas se inscribieron cinco aspirantes, pero tan sólo superó la primera ronda el ex Presidente del Poder Judicial, Juan Gabriel Coutiño Gómez, quien difícilmente superará la fase final.

Si el INE es integrado con figuras del centro del país en su mayor parte –tal es el mensaje que están enviando en su proceso de selección–, será muy limitado el conocimiento de sus consejeros cuando aborden temas del sur del país, ya que predominarán criterios con la mira desviada. 

Los partidos y sus diputados federales se inclinarán por un centralismo que limitará significativamente el accionar de un INE proyectado como la maravilla infalible en materia electoral, aunque los preparativos dejan mucho que desear.

Un proceso en la recta final

Mientras tanto, en Quintana Roo su Congreso está a punto de culminar el proceso para seleccionar al titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Lamentable la escasa participación de la ciudadanía, aunque debemos admitir que esa Comisión no impacta en los estratos sociales y su atractivo es estrictamente político, ya que es pasaporte de primera a la alta burocracia. Y en estos tiempos tan complicados su atractivo es enorme.

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