Cháak, dios del agua y de la lluvia

Es la deidad más conocida entre los mayas de la actualidad, la más cercana al agricultor y la que más rituales recibe.

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Aparece en varios códices prehispánicos caracterizado por su cara de ofidio, su nariz larga, generalmente enroscada hacia abajo y dos colmillos que se proyectan en forma descendente. 

El dios Cháak vuela sobre los cenotes portando unos calabazos, entonces el agua subterránea sube a estos recipientes hasta llenarlos. Luego vierte el líquido sobre las milpas. En la temporada de sequía, Cháak se resguarda en cenotes y cuevas de la región.

Su imagen ha cambiado. Hay descripciones actuales en las que se dice que la deidad aparece como un hombre viejo, alto, de pelo blanco y barbado. 

Para que Cháak cumpla su función, hay que ofrecerle el ritual antiguo de petición de lluvias denominado Ch’a’acháak. Consiste en un protocolo religioso anual que debe efectuarse cerca de una cueva o cenote, sólo por los hombres de la comunidad. 

Allí construyen un altar sencillo frente al cual realizarán la ceremonia durante tres días. El sacerdote maya o jmen se interna en la cueva y obtiene el agua que se utilizará para preparar los alimentos que se servirán a los participantes del Ch’a’acháak. Esta es el agua virgen, no tocada por el humano: es el Sujuy Ja’. 

Cháak es la deidad más conocida entre los mayas de la actualidad, la más cercana al agricultor y la que más rituales recibe.

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