Cirilo Baqueiro Preve “Chan Cil”, el padre de la canción yucateca, nació en la ciudad de Campeche el domingo 24 de diciembre de 1848. A los 10 años fue traído a Mérida y aquí  se desarrolló musicalmente. 

En sus grupos de concierto participaron dos buenos instrumentistas que luego destacaron como compositores: el cantante y violinista Antonio Hoil Calderón (1853-1890) y el guitarrista Fermín Pastrana Pacheco “H’ Uay Cuuc” (1857-1925).

Sus canciones románticas las compuso con notables poetas. Con José Peón Contreras, Despedida, Morir amando o En el abismo, Vuelvo a ti y La violeta;  con Luis F. Gutiérrez, Serenata; con Manuel M. Flores, Soñó mi mente loca; con versos de Fernando Velarde del Campo, Antes que el negro y solitario olvido; con una rima de Gustavo Adolfo Bécquer, Las campanillas de tu balcón;  con Luis F. Pérez, Acuérdate de mí;  con de Rafael de Zayas Enríquez, ¿Te acuerdas?;  con Amado García, Amelia, y con un poeta desconocido, Blanca azucena. 

De su total autoría son la guaracha Ko’oten boox  (vente negra), el danzón Pedrito y el vals Las delicias (1895). Durante 25 años compuso gustados temas satíricos que interpretaron sus estudiantinas en los carnavales de Mérida. Entre ellos, La mujer y la casa, Los tres besos, La Rafaelita (1897), A los ciudadanos diputados del Congreso, El matrimonio y la jarana ¡Qué caro!

Falleció en Mérida, a los 61 años, el sábado 17 de septiembre de 1910. La Revista de Mérida y El Diario Yucateco publicaron extensas notas de su deceso.  

En 1963, la Sociedad Artística Ricardo Palmerín  trasladó sus restos al Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca, donde también se encuentra la lápida de mármol de su tumba original (Concluye).