Chetumal, más que una ciudad de fuentes

El término “Ciudad de las Fuentes” con que se refieren a Chetumal los gobernantes de la administración municipal, queda corto...

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El término “Ciudad de las Fuentes” con que se refieren a Chetumal los gobernantes de la administración municipal, queda corto. La capital de Quintana Roo es más que eso. Aun cuando se infiere que pretenden destacar “su obra”, tanto el presidente municipal como los directores de área desperdician una magnífica oportunidad para presumir las bellezas y los innumerables atractivos.

Nadie exagera con que esta región posee atributos de sobra, ni el propósito es minimizar ese “legado” de las autoridades, que ha costado dinero y esfuerzo; sino fomentar una visión más completa, menos temerosa de autoridades, empresarios y promotores turísticos o culturales. Se tiene la impresión incluso que al difundir “lo suyo” con tal insistencia, intentan más aparentar un trabajo que potenciar una imagen real mediante campañas promocionales.

En definitiva, se trata de plantear aquí que, si bien no se puede igualar de un momento a otro las cifras turísticas de la zona norte, se debe complementar la oferta con la infraestructura en funcionamiento y las cualidades únicas con que se cuentan, sobre todo las relacionadas con el turismo histórico cultural, el turismo de aventura y el ecoturismo.

Al respecto, tres observaciones que redondean la idea anterior:

Primero: la capital –y en general toda la región– puede presumir su historia. Museos, fuertes como el de Bacalar, monumentos, sitios arqueológicos y relatos de antaño sobre la “Cuna del Mestizaje” configuran un panorama tan rico como diverso en torno a la cultura maya y el poblamiento del Estado, que a veces pasa inadvertido.

El turismo cultural o histórico es una oferta de muy bajo costo en este destino; sin embargo, no ha logrado cobrar la fuerza requerida durante los últimos años, sobre todo porque se alza como una propuesta que complementa al de sol y playa, o al deportivo, que también se dan en esta región, con Mahahual de ejemplo líder.

Mirada desde el norte, esta zona representa una opción de encantar a los visitantes más exigentes y a quienes buscan empaparse de la cultura genuina durante una estancia corta. Si lo es, hay que ensalzarlo: la zona sur es el referente histórico del Estado.

Acerca de la segunda observación, comparto una experiencia. Durante un viaje reciente por la zona sur dialogué con diez ciclistas provenientes de Playa del Carmen, con rumbo un tanto “desconocido”. Pretendían recorrer los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar y José María Morelos para conocer la selva virgen, hallar vestigios mayas, bañarse en cenotes y explorar cavernas. En concreto, hacer turismo de aventura buscando lo inusual, lo diferente, huyendo de lo típico. Tras eso –anunciaron entonces– querían descansar en cabañas de Bacalar, para retornar una semana después a Solidaridad.

El asunto es que el turismo de aventura se interpreta como de bajo poder adquisitivo, pero no siempre es así. Está dirigido para todos, pero en especial para aquellos que les gusta combinar actividades con el aire libre.

El hecho de visitar o alojarse de áreas tradicionales para desarrollar deporte y tener aventuras lo hace un turismo muy activo.

Respecto a la tercera observación, basta decir que puede considerarse a la región como el destino ecoturístico de Quintana Roo sin temor a equivocarse.

El ecoturismo, que privilegia la preservación y la apreciación del medio natural, se presenta en Bacalar y la Ribera del Río Hondo con cabañas; pequeños pero cómodos balnearios; paseos en lancha en un ambiente limpio, y con sitios aptos para el reposo alejados del ruido citadino.

Aquí, el ecoturismo proporciona experiencias positivas tanto para visitantes como para anfitriones.

El ecoturismo se ha convertido en el segmento de más rápido crecimiento y más dinámico del mercado en México, con una tendencia global innegable. No hay tiempo que perder.

Es momento de difundir la obra actual, pero también el legado de la civilización y las condiciones pomposas de la naturaleza.

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