Cinco logros a pesar de corrupción e ineptitud
Hay que rescatar la cosecha de medallas (5) que México recabó y sin gran ayuda de las autoridades deportivas federales gubernamentales.
Y se acabaron los famosos Juegos Olímpicos, en esta ocasión, celebrados en Río de Janeiro, quizá la principal ciudad pachanguera, comercial y turística de un Brasil sumido en crisis política, social y económica –algo similar a México, aunque la diferencia es que allí sí pueden enjuiciar a los mandatarios y aquí, nada de nada, así demuestres que tienes 20 “casas blancas” y un familiar demasiado cercano que “vuela y vuela” en millones de pesos o dólares-, que, al final, cerró con un tradicional broche de oro.
Y, Dios mediante, hasta 2020 en Tokio, Japón, donde los nipones, casi amos y señores de la más alta tecnología de vanguardia mundial, ya prometieron unas Olimpiadas de “rompe y raja”. Los que tengan la fortuna de verlos, seguro gozarán de estadios virtuales, fosas de clavados con cenotes subterráneos importados de Yucatán, canchas de fútbol en medio de lagos o ríos y petos más sofisticados para que, en el caso del tae kwon do, los golpes y patadas que tiren los mexicanos sean contabilizados al momento. Chance y hasta se apruebe como disciplina deportiva la carrera de “relevos políticos”, entonces sí que los “grillos” mexicanos podrán nadar en oro (o al menos lo canjearán por algunos terrenitos ejidales en Yucatán). Todo puede suceder.
Mientras tanto, hay que rescatar la cosecha de medallas (5) que México recabó y despachó en los 15 días de justa deportiva mundial y sin gran ayuda de las autoridades deportivas federales gubernamentales, de sus federaciones corruptas y de la ineptitud del mentado Alfredo Castillo, director de la Conade, y ex encargado de la seguridad en Michoacán, en donde lejos de pacificar siquiera un tanto a esa entidad, la volvió más bronca, encarceló a uno que otro líder de las autodefensas y después voló sin que, al parecer, ya fuera propietario de algún predio “blanco”.
Castillo Cervantes llegó a Río de Janeiro muy bien acompañado, de sus cuates, amigos y, por supuesto, la novia que, desde luego y según el propio funcionario, se costeó el pasaje por cuenta propia. Sí, claro. La honradez antes que nada. Eso habla muuuy bieeen del titular del deporte mexicano, un tipo que, aparte de soberbio y prepotente, sabe de las disciplinas atléticas lo mismo que su “jefe máximo” en materia de lectura de libros: nada de nada.
Pues con todo y la banda de corruptos caciques en las federaciones deportivas y la inoperancia de las autoridades gubernamentales, cinco mexicanos, dos mujeres y tres varones, sacaron la casta por el deporte nacional. Cierto, no hubo oro, pero sí tres platas y dos bronces en disciplinas que tuvieron todo tipo de problemas para que los deportistas fracasaran. Chequen los datos:
1.- MARIO DEL ROSARIO ESPINOZA, la mejor exponente del tae kwon do mexicano en los recientes 12 ó 15 años, conquistó una plata y se convirtió en el segundo deportista mexicano en obtener tres metales en igual número de olimpiadas consecutivas, después del legendario clavadista Joaquín Capilla a finales de la década de los 40’s y en los 50’s. María del Rosario ya es leyenda nacional pésele a quien le pese (esos machistas, lero, lero). Ganó oro en Beijing 2008, bronce en Londres 2012 y ahora, aurea. Y es que ella enfrentó años atrás la presión de las autoridades deportivas mexicanas que la bloquearon y presionaron para retirarle a su entrenador de ese entonces, un cubano. Se pensó lo peor, esta chica se creció y triunfó a pesar de los obstáculos burocráticos y corruptélicos.
2.- GUADALUPE GONZALEZ, se agenció sorpresivamente la medalla de plata en caminata de 20 kilómetros en medio de dos chinas que la presionaron y, casi seguro, le recordaron a su progenitora en el idioma de Mao. Nada mejor para esta disciplina deportiva que ya estaba más moribunda en México cuando, años atrás, era considerada una escuela a nivel mundial y dio grandes satisfacciones en otras olimpiadas. “Lupita” como le dicen fue honesta. Ella no quería ser marchista y tomó este deporte como opción después de fracasar en otras asignaturas como el boxeo. Con una federación hecha bolas, escaso presupuesto y poa atención médica, la nativa de la Ciudad de México “revivió” la caminata nacional. ¿Sabían que Lupita tiene desde hace años una rodilla hecha trizas y con intensos dolores? Más mérito no puede tener.
3.- GERMAN SANCHEZ, el clavadista, se lanzó desde la plataforma de los 10 metros para conquistas la plata sólo superado por un chinito que rayó en la perfección y superando a un gringo que, en Londres 2012, había conquistado el oro. Por si no lo notaron o escucharon en las transmisiones, Germán tenía su hombro izquierdo al borde de la descolgada y aún así realizó la “hombrada”. El chavo de 24 años de edad ya es bicampeón olímpico puesto que en la anterior justa en tierras de la Reina Chabela quedó en segundo sitio, siempre en 10 metros, pero en sincronizados. Y eso que por culpa de su federación, los nadadores y clavadistas estuvieron a un paso de ser vetados por el Comité Olímpico Internacional (otro sitio lleno de corruptelas) al no concretar un mundial en Guadalajara que hubiera costado 15 millones de dólares. Federativos y Conade se tiraron la pelotita y nadie cedió. O sea, corruptos e ineptos terminaron empatados.
4.- ISMAEL HERNANDEZ resultó ser mayor sorpresa de la delegación nacional. Obtuvo la medalla de bronce (cobre es mejor término) en pentatlón moderno, una súper disciplina que combina natación, equitación, esgrima, tiro con pistola y maratón a campo traviesa. Nadie apostó un miserable quinto por Misael y por esta asignatura deportiva, es más, ni siquiera las televisoras lo transmitían hasta que alguien se dio cuenta que un mexicano estaba ya en el podio. Obvio decir que su federación si acaso apoyó a Ismael con algunos viáticos (chance y hasta el caballo que montó y la pistola de diábolos que disparó fueron prestados a las autodefensas michoacanas). Ojalá que las autoridades miren hacia el pentatlón moderno que, hasta chance sin querer queriendo, dio tremendo resultado.
5.- MISAEL RODRIGUEZ fue el primero en obtener una medallita, la de bronce en boxeo, con mucha suerte, pero lo logró. La verdad el chavo le echó corazón y su historia es conmovedora porque tuvo que “botear” en su natal Chihuahua para capturar unos pesos y así costear parte de su ida a Río de Janeiro. Más que evidente fue que no tuvo el respaldo de sus federativos, quienes sí gozan de dinero del erario, de los impuestos de millones de mexicanos y se dan la gran vida.
Y así finaliza la aventura mexicana en Brasil. Cinco medallas, dos menos que en Londres 2012, pero las ahora ganadas fueron con base a los aparatos reproductores de las mujeres y hombres. Ahora vendrán las loas del presidente Enrique Peña Nieto y sus achichincles cuando, la neta, poco intervinieron para el meritorio desempeño de esta quinteta de triunfadores. Ah, parece que van a premiar con 1 y 2 millones de pesos a los de bronce y de plata, respectivamente. Claro, con seguridad los cheques o depósitos a cuentas llegarán hasta finales del sexenio. ¿No habría chance de que cada uno reciba como galardón alguna “modesta casita blanca”, sino en Miami, al menos en Tixkokob, el “puerto terrestre” más importante de Yucatán?
Amiguitas y amiguitos, ya saben: sugerencias para que en Japón 2020 participe la disciplina “clavados en el erario” porque allí nada ni nadie le ganaría a los corruptos funcionarios mexicanos, enviarlas a [email protected] y/o [email protected]