En los tiempos que vivimos la sustentabilidad resulta ya necesaria, y es que con el incremento poblacional viene también el aumento en la demanda de servicios.

Si nos ponemos a pensar un poco sobre nuestras acciones seguramente nos llegarán señales de lo que estamos haciendo mal y veremos que cada día la naturaleza nos está pasando la factura.

Una ciudad sustentable es aquella donde los servicios básicos son proporcionados con sistemas de energía no contaminantes.

Mediante programas de energía alternativa se promueve el uso de la bicicleta, se regulan los tipos de construcción y sobre todo se da prioridad al uso adecuado de los servicios ambientales.

Por ejemplo: en Mérida, según cifras de la Secretaría de Seguridad Pública, cada año se incrementa el número de vehículos en las calles hasta un 35 por ciento, es por eso que en determinados horarios y arterias viales el tráfico se torna insoportable. 

Considero que un buen inicio sería volver a implementar el uso compartido de vehículos, hacer las famosas rondas y así contribuir a la disminución de autos en las calles y retrasar el proceso de contaminación por la generación de gases. 

Otra opción, que por cierto ya está abordando el gobierno estatal, es el reordenamiento del transporte público con un plan integral donde se proponen nuevas rutas y se proyecta la modernización del servicio. 

Este programa está a cargo de la Dirección Estatal del Transporte que lo está abordando con seriedad y responsabilidad, pero no lo está viendo nada fácil, pues es por todos conocido lo complejo que es tratar con los grandes concesionarios y lo complicado, social y políticamente hablando, de intentar regular los grandes intereses que están en juego, pero aun así considero que se está haciendo un buen trabajo y en breve conoceremos los beneficios del programa.

Sobre los detalles del mismo les platicaré la próxima semana. Que pasen bonito domingo de vacaciones.