La erosión de las playas

El 'desgaste' del litoral no es nuevo: tiene más de 10 años y, hasta ahora, no hay una solución efectiva.

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Luego de un corto tiempo de no tocar el tema de la erosión de playas y ver en las noticias que la instancia federal que vigila el respeto a la ley en materia ambiental retirara barreras de palo y piedras llamadas espolones, me decidí a escribir nuevamente sobre este importante tema.

A mí, amigo lector, amante de la naturaleza y ferviente enamorado del mar, no me parece que haya personas que a toda costa traten de corregir un problema generando otros.

Desde hace casi 10 años las playas de Yucatán han estado presentando un grave problema de pérdida de sedimento (arena) ocasionado por diversos factores que, si no son atendidos correctamente, agravan la situación.

Reconociendo la reducida capacidad técnica existente sobre el tema y con el ánimo de fortalecer las acciones institucionales respecto de la erosión costera, se invirtieron gran cantidad de recursos y esfuerzos interesantes, incluyendo estudios muy importantes sobre la situación de nuestro litoral costero, y lamentablemente se retrocedió en la memoria histórica, se regresó a la utilización de barreras de contención rudimentarias (espolones) y se dejó atrás la posibilidad de integrar a los trabajos de recuperación de playa nuevas técnicas y maniobras que, según especialistas de Europa y Estados Unidos, son mucho más efectivas y dañan menos al ambiente.

Uno de los resultados para mí más relevantes del proceso de mitigación de daño a la zona de playa es la colocación de mecanismos de contención para una solución integral, como son los geotubos que fueron instalados en distintos puntos de la costa y que han dado muy buen resultado, tal es el caso del acceso principal de la comisaría de Chelem hacia el mar, donde el agua ya pegaba en los predios y tras la colocación de estas geomembranas y el relleno con sedimento obtenido cerca de la zona, hoy podemos constatar que existen cuando menos 25 metros de playa, lo que permite el esparcimiento de una gran cantidad de bañistas en ese sitio donde antes era imposible.

Sería muy válido que tomemos más en serio esta situación y promovamos y apoyemos a nuestras autoridades en la aplicación de programas integrales y no parciales de recuperación de las playas y podamos en corto tiempo disfrutar a plenitud de la Riviera Yucateca.

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