Pronósticos meteorológicos

Nuestros antepasados usaban métodos “naturales” para predecir el tiempo como las cabañuelas, pero esto ha cambiado como lo ha hecho el clima.

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Amigo lector, ¿suele visitar su sitio web favorito de información sobre el clima, o consultar el pronóstico todas las mañanas en su teléfono celular? Algunos nos obsesionamos con el clima y más en estas fechas en que en Yucatán ha hecho más de 41 grados.

Hay páginas que nos muestran pronósticos extendidos hasta de 3 o 4 días, lo que nos permite programar nuestras actividades con cierto rango de seguridad. Pero, ¿son realmente confiables o son más bien el equivalente meteorológico a una bola de cristal? Usted puede visitar el sitio www.conagua.gob.mx y encontrar los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional, los cuales cuentan con un alto grado de asertividad, y podrá, de igual manera, conocer más sobre la climatología y sus componentes.

Nuestros antepasados usaban métodos “naturales” para predecir el tiempo. Por medio de la observación y el registro de las lluvias de enero, podían determinar cuál sería el clima durante el resto del año.

¿Ha oído hablar de las cabañuelas? Según algunos diccionarios, son el cálculo que hace la gente de los pueblos, con base en las características climáticas que se presentan en ciertos días de determinados meses, según el país y sus costumbres, para pronosticar el clima del año en curso.

En México se definen las cabañuelas como las lluvias en los meses de invierno. Es difícil establecer con exactitud los orígenes de esta tradición, pero se cree que los aztecas adoptaron de los mayas este conocimiento (el cual se adaptó en la Colonia al calendario cristiano).

Como en ambos casos sus calendarios constaban de 18 meses de veinte días cada uno -más cinco días adicionales que no entraban en los meses-, los primeros 18 días de enero servían para cada uno de los meses y los dos días restantes predecían otros fenómenos: el 19 para pronosticar el tiempo del Solsticio de Verano y el 20 para el solsticio de invierno. En cuanto a otros grupos de Mesoamérica y Aridoamérica, podría suponerse que también tuvieron un sistema similar.

Pero especialistas aseguran que esta práctica ya no es confiable, pues los cambios constantes del entorno natural han modificado la respuesta de la naturaleza; sin embargo, podemos confiar en los registros tecnológicos y soportar altos calores en estas fechas, y como dice mi tía María: “Hoy habrá más calor que mañana, pero esperemos hasta mañana para comprobarlo”.

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